Las festividades por la natividad y el centenario del patronato de la Virgen de El Valle se celebraron bajo estrictas medidas de bioseguridad por el COVID-19. Aunque en la homilía no estuvieron presentes los devotos, estos lograron apersonarse hasta sus alrededores para participar en la distancia y cumplirle a la Santa Patrona de Oriente.
Desde temprano fueron muchos los margariteños que peregrinaron hasta El Valle del Espíritu Santo para participar de la liturgia, a pesar de que existe un decreto que prohibía movilizaciones a esta localidad.
Al llegar a la entrada de esta zona de la isla de Margarita los cuerpos de seguridad impidieron el paso y muchos tuvieron que regresar a sus hogares, mientras que otros esperaron hasta el fin de la misa para ver a su santa católica.
El monseñor Fernando Castro Aguayo, obispo de Margarita inició la misa, pasadas las ocho de la mañana, invitando a los fieles a mantener las medidas de bioseguridad y alertando que el COVID-19 es una enfermedad mutante que estará por un tiempo conviviendo con los venezolanos y margariteños.
El obispo aseguró que en estos momentos hay muchas personas sufriendo por la pandemia, por lo que pidió a la madre marinera que alivie la pena de las personas enfermas.
“Todos tenemos amigos y familiares que sufren y han sufrido esta mutante enfermedad. Hoy he recibido noticias de personas cercanas que han fallecidos y otras contagiadas, no parece que vaya a pasar pronto esta situación y las consecuencias son de parálisis de trabajo, servicios y educación. Hay mucho sufrimiento”.
Aguayo afirmó que Dios ha permitido celebrar el centenario del patronato de la Virgen de El Valle con una asistencia controlada, pero reconoció que esto le ha generado un gran dolor.
El vestido
La Madre marinera usó este 8 de septiembre un vestido confeccionado por el modista José Gregorio Valencia, quien en varias oportunidades ha vestido a la virgencita. La prenda fue donada por la familia Camacho, oriunda del estado Anzoátegui.
Está inspirado en los 100 años de su nombramiento como Patrona de Oriente, tiene plasmada la imagen de la Virgen sobre el oriente venezolano, tiene encajes dorados y perlas. Además, su carruaje estuvo adornado con rosas rosadas, claveles y orquídeas blancas.
Este año la misa estuvo amenizada por el Ensamble Musical Un Lado de Mi Sol, el cual hizo un paseo por todo el componente musical oriental como el Calipso, la jota y polo margariteño.
Entre los cantantes que estuvieron presente estuvo Jennifer Moya, Sherezade, Lucienne Sanabria, Santaella, Nora Cardona, Eddy Claret, entre otros.
La gente no faltó a los festejos de su patrona
Todas las restricciones que se impusieron para evitar la entrada de fieles fueron insuficientes ante el amor y fervor del pueblo católico con su virgencita. Miguel Rodríguez, es un joven que no pudo evitar ir hasta el Campo Eucarístico para acompañar a su patrona.
Relató que es uno de los mayores símbolos de cristiandad en el país y que engloba muchas cosas para quienes creen en ella fielmente.
“No hay un devoto que no llore, no se le quiebre la voz y no sienta una emoción increíble al estar al frente de su madre santísimo. Es para nosotros volver a celebrarla”. Deyanira Rodríguez, es una fiel creyente de la Virgen de El Valle, asegura que siempre que tienen un enfermo en su familia se lo encomiendan y les cumple.
Aseguró que desde niña es devota y todos los años la acompaña en la festividad de su natividad.
“Le pido que se acabe esa pandemia y que ayude a todas las personas en el mundo”.
Como es costumbre todos los presentes le cantaron el cumpleaños a la Virgen de El Valle al finalizar la homilía.
Para esto se dispuso de una torta de cuatro pisos con detalles inspirados en los estados orientales como la Basílica, la iglesia de Santa Inés de Cumaná, mechurrios de las zonas petroleras, el Salto Ángel, las playas y la imagen de la virgen. Esta fue creada por el repostero Jesús Marín, de Patilla Creativa.
Al finalizar los actos eclesiásticos la imagen de la Virgen del Valle salió hacia la redoma de El Valle escoltada por los cuerpos de seguridad y el sacerdocio neoespartanos.
Fuente El Sol de Margarita/Diario República
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