El Consejo Nacional Electoral completó una auditoría de los resultados de la disputada elección presidencial de abril y, como se esperaba, confirmó la victoria de Nicolás Maduro por un margen de 1,5 puntos porcentuales.
Ningún funcionario del gobierno se presentó públicamente para comentar sobre el resultado, pero un funcionario del Consejo confirmó que la auditoría reafirmó el resultado oficial. El funcionario habló a condición de no ser identificado porque no estaba autorizado a divulgar la información.
La oposición se ha quejado de que el CNE hizo caso omiso a su exigencia de un recuento total, que habría incluido no solamente comparar los votos registrados electrónicamente por máquinas con los recibos de las boletas de papel que emitieron, sino también comparar esos últimos con los registros que contienen firmas y huellas dactilares de los votantes.
Partidarios del candidato opositor Henrique Capriles Radonski dicen que hubo muchas irregularidades, como intimidación de votantes y manipulación de resultados por medio de votos depositados a nombre de personas muertas que todavía figuraban en el registro electoral.
“No tiene ninguna validez”, dijo Gerardo Blyde, político opositor aliado de Capriles Radonski, sobre los resultados de la auditoría. “Fue una auditoria muy rudimentaria e incompleta”.
“Es un show”, agregó Blyde en una entrevista telefónica.
Capriles R. había dicho ya que la auditoría era una farsa y ha cuestionado los resultados de los comicios ante la Corte Suprema, que al igual que el Consejo Electoral Nacional, está dominado por herederos políticos del difunto presidente Hugo Chávez, que falleció de cáncer en marzo tras nombrar a Maduro su sucesor.
El funcionario del Consejo dijo el domingo que ese reporte era acertado, pero la junta directiva de la entidad no presentará un reporte oficial de los resultados de la auditoría hasta la próxima semana.
Capriles lanzó una campaña internacional en busca de apoyo en la región para su demanda de un conteo pleno, pero ningún gobierno latinoamericano le ha respaldado.
Capriles dice además que el abrumador uso de recursos estatales por parte del gobierno, como el control de los medios de televisión y radio, y presiones a los 2,5 millones de empleados públicos para que respaldasen a Maduro, le dieron una ventaja.
Solamente Estados Unidos ha insistido en un recuento pleno. Pero esos llamados no encontraron respuesta cuando el secretario de Estado John Kerry se reunió con el canciller venezolano Elías Jaua la semana pasada y acordaron acelerar gestiones para reanudar las relaciones a nivel de embajador, interrumpidas desde el 2010.
Vía AP