El presidente de Conindustria, Carlos Larrazabal, insistió que Cadivi trabaja con retrasos de hasta 150 días y, en las últimas semanas, el Sitme ha caído a niveles “sumamente bajos”, situación que se traduce en deudas significativas para las empresas con sus proveedores internacionales y las líneas de crédito están al tope.
“Se requiere que el gobierno nacional tome medidas porque esto va trancando la economía de una forma progresiva”, exhortó.
Al sostener que el 95% de las exportaciones del país provienen del sector petrolero, lamentó que en los últimos años no se haya logrado diversificar la economía nacional.
“Lamentablemente nuestra economía depende de las importaciones de forma masiva”, indicó.Al respecto, recordó que a finales de los 80 el 20% de las exportaciones eran no petroleras y Venezuela llegó a tener una balanza comercial favorable con países como Colombia, “pero eso se ha perdido totalmente”.
En entrevista a Actualidad de Unión Radio, Larrazabal resaltó que existen dos factores fundamentales que impactan el nivel de competitividad y operatividad de la empresa venezolana frente a los de las economías latinoamericanas; uno es el tema laboral y, en segundo lugar, la política cambiaria.
“Hoy en día con todo y que Cadivi pudo haber aprobado más divisas, no se han liquidado y tenemos un atraso que va dependiendo de los sectores entre 130 y 150 días y eso incrementa de una forma significativa las deudas de estas empresas con sus proveedores internacionales”, puntualizó.
Larrazabal también advirtió que en la actualidad las liquidaciones o retiros de la mercancía en Puerto Cabello en promedio se están retrasando 31 días y eso tiene un impacto en los costos de importación.
“Cada día que pasa, por las tarifas que ha puesto Bolipuertos y la ineficiencia en la operatividad, el costo de importar se incrementa de forma exponencial”, subrayó.
Comentó que Conindustria junto a Consecomercio realizaron un estudio con propuestas concreta sobre el tema portuario, el cual fue enviado a los diferentes ministerios competentes; sin embargo alega que “las soluciones no son técnicas sino políticas”.
Explicó que ningún país presupuesta una devaluación ni lo avisa previamente; sin embargo, argumentó que “todos los análisis indican que el esquema cambiario actual es insostenible, el gobierno ha incrementado el gasto en este año electoral en más de un 60% sin una contraparte de producción nacional y eso ha hecho una presión importante sobre la demanda”.
Al mismo tiempo, espera tener una pronta respuesta de los ministros competentes y del Banco Central con el fin de poder discutir las cifras de la caída del sector manufacturero.
“Conindustria tiene mucho que aportar y para salir adelante y poder competir en el marco del Mercosur, mejorar los niveles de competitividad, para poder crear empleos estables y bien remunerados, y poder crear más y mejores empresas, tenemos que buscar una política concertada entre el sector público y el privado, de forma aislada no se podrá lograr”, propuso.
Indicó que estos aspectos así como una evaluación de los niveles de competitividad de las economías latinoamericanas y cómo Venezuela se inserta en ello, se abordarán este miércoles en el maco del evento “Las Perspectivas Económicas de Conindustria para el año 2013”, en el IESA.
Vía Unión Radio