El hombre que el difunto Hugo Chávez escogió para transformar la economía venezolana al socialismo ha salido del gobierno del hoy presidente, Nicolás Maduro.
Se trata de Jorge Giordani, un ingeniero de 74 años que, como ministro de Planificación durante los 14 años del gobierno de Chávez, de 1999 a 2013, fue el cerebro del modelo que puso en el centro de la economía -como productor, exportador e importador- al Estado.
La salida de Giordani esta semana del Ministerio y de las juntas del Banco Central de Venezuela (BCV) y de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) genera dos preguntas clave: si hay una ruptura dentro del seno del chavismo y si el modelo económico intervencionista y centralizado del gobierno va a ser reemplazado por uno de mayor inversión privada y menor gasto público.
Las rotaciones ministeriales en Venezuela son usuales. Pero ésta no solo es de un ministro histórico, sino que coincide con una polémica columna divulgada en Aporrea, una página de internet oficialista, que tiene a los venezolanos hablando de este político de ascendencia dominicana e italiana.
La nota está publicada con la firma de Giordani, aunque no ha sido posible confirmar su autenticidad.
«Resulta doloroso y alarmante ver una Presidencia que no transmite liderazgo», dice, entre otras críticas al actual gobierno, el artículo de 5.300 palabras titulado «Testimonio y responsabilidad ante la historia».
La nota ha dado para todo tipo de interpretaciones: unos lo ven como la antesala de una división clara del chavismo, otros como un reconocimiento del gobierno de la problemática económica y algunos más como una jugada del exministro para «lavarse las manos» en la crisis económica actual.
La columna tiene mucha carne, dicen los venezolanos al compartirla en las redes sociales. Pero la salida del gurú de la economía bolivariana es lo que resulta tan importante como incierto: ¿habrá un cambio de modelo en medio de la crisis económica que enfrenta el país petrolero?
Responsable del control de cambio
Conocido como «el monje», Giordani fue uno de los hombres más cercanos a Chávez desde que comenzó el proyecto de llegar a la presidencia a comienzos de los 90.
Y ya en el gobierno, el profesor Giordani fue el hombre -con fama de funcionario asceta- que tomó las decisiones económicas en el país con las mayores reservas de petróleo del mundo.
Por ejemplo, fue el autor intelectual del sistema de control de cambio de divisas, establecido para evitar la fuga de capitales y, según los críticos, parte fundamental del desbarajuste económico.
Reconocido por tener una visión radical de la economía basado en las teorías de planificación e intervención del Estado, Giordani también estuvo detrás de la nacionalización de cientos de empresas y de los ambiciosos programas de gasto público.
Momento crucial
Hoy por hoy, la economía venezolana está al borde de la recesión: según el Fondo Monetario Internacional, el Producto Interno Bruto padecerá una contracción del -0,5% en 2014.
Y, además, la inflación pasa el 60% anual según el BCV, el desabastecimiento de productos alimenticios y medicinas es cada vez más crítico y las medidas tomadas por el gobierno no parecen tener un efecto positivo, como el mismo Maduro reconoció sobre la última devaluación de la moneda, que según dijo la semana pasada, «no ha funcionado tan bien como esperábamos».
El debate económico, y por consiguiente político, se está dando en cada esquina del país, entre ellas las del palacio presidencial de Miraflores.
Además, dentro de un mes se realiza el congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que es esperado por muchos chavistas que dicen ver una ruptura de Maduro con el legado de Chávez.
«Lo de Giordani puede perjudicar al gobierno no tanto por su salida, sino por lo que dijo, porque él representa los sectores radicales del chavismo y Maduro no tiene el liderazgo del partido», le dice a BBC Mundo el decano de Economía de la Universidad de los Andes de Venezuela, Raúl Huizzi, haciendo referencia a la supuesta columna de Giordani.
¿Cambio de modelo?
«Aunque la salida de Giordani no necesariamente garantiza una restructuración económica, la pregunta es cuánta bulla pueden hacer él y los suyos hacia adentro y cuánto van a entorpecer al gobierno», asegura.
Huizzi dice que la rotación ministerial demuestra un reconocimiento del gobierno de la situación y de que se necesitan ajustes, algo que el analista político de línea chavista Alberto Aranguibel suscribe.
«Esto significa que se está llevando a cabo una reflexión seria, profunda, en cuanto a la revisión de la política económica», asegura Aranguibel a BBC Mundo.
Sin embargo, dice que la salida no debe ser entendida como algo «traumático», sino como «un proceso normal de rotación dentro de un gobierno como en cualquier otro».
Muchos creen que la ausencia de Giordani puede traer ajustes de fondo en la economía, como una apertura del mercado para el sector privado o la erradicación del control de cambio.
Ya el ministro de Economía, Rafael Ramírez, dijo esta semana que el gobierno espera converger a los tres tipos de cambio oficiales de la moneda, lo que implicaría una nueva devaluación.
Sin embargo, los expertos dicen que sería una sorpresa que el gobierno dé un giro importante.
«Con seguridad tienen que producirse ajustes, pero no veo un cambio del modelo», afirma Aranguibel.
BBC Mundo/www.diariorepública.com