La refinería de Amuay comenzó a reactivar algunas de su unidades de producción después de sufrir el pasado sábado una explosión que generó un incendio, numerosos daños materiales y al menos 42 muertos, informó hoy una fuente de la estatal Petróleos de Venezuela, (PDVSA).
"Sí, comenzaron hoy, pero eso es poco a poco", indicó a Efe una fuente de la petrolera, al precisar que ayer ya se habían iniciado los trabajos para poner en marcha algunos procesos.
El pasado día 25, en horas de la madrugada, una fuga de gas, según las primeras hipótesis, se convirtió en la espoleta para una explosión que dejó en llamas nueve depósitos de combustible en el patio de tanques de la refinería y afectaciones en más de 1.200 viviendas de las zonas aledañas al centro industrial.
De acuerdo con el último balance oficial, 42 personas murieron, 8 permanecen desaparecidas y más de un centenar debieron ser atendidas como consecuencia de la tragedia.
La fuente explicó que las diferentes unidades "se van reactivando poco a poco" ya que se trata de una refinería de grandes dimensiones.
Amuay tiene capacidad para refinar 645.000 barriles de petróleo diarios y forma parte del Centro Refinador Paraguaná (CRP), uno de los mayores del mundo, situado en el noroeste de Venezuela.
De acuerdo con información de PDVSA, el CRP puede refinar más de un millón de barriles de petróleo diarios.
El ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, reiteró en los últimos días que la detención de las operaciones de Amuay no iba a significar falta de suministro ni para Venezuela ni para el exterior, debido a que el país contaba con más de 4 millones de barriles de combustible en inventarios, el equivalente de diez días.
El incendio afectó únicamente una de las áreas de almacenamiento, pero no las unidades en que se realizan los diferentes procesos de refinación.
Los bomberos lograron sofocar el fuego el martes pero durante los días del siniestro la refinería siguió despechando petróleo refinado a buques tanqueros.
EFE
La “gran casualidad” de la explosión de la refinería de Amuay, es que en toda su gran extensión geográfica, coincida esta detonación; con la exacta destrucción de una de las empresas venezolanas de orden de producción diversa y competitiva, nacional e internacional; de las pocas que ya quedan aquí en Venezuela, en el sector privado; se trata de PURAMIN. Las diferentes instituciones venezolanas y los diversos técnicos, que asuman valientemente la responsabilidad de investigar integralmente esta catástrofe, deben dejar muy en claro; que esta gran coincidencia, no refleje un síntoma mas, de un encubierto acto terrorista. Acción vil, que calza muy bien, con el delineado programa futuro de monopolización del mercado mundial; trazado por la Corporación Británica, al gobierno venezolano; y cumplido a cabalidad por este desde sus inicios. Los investigadores deben tener muy en cuenta o hallar la relación de este siniestro, con la sorpresiva visita a Venezuela de Lukashenko, el 26 de junio de 2012; presidente de Bielorrusia, experto y experimentado en la destrucción del aparato productivo nacional privado de su nación. http://www.lucasblancoacosta.com
El verdadero objetivo del paro petrolero de 2002; sacar a Chávez no fue; más vale en ese entonces se fortaleció; fue sacar de PDVSA, a miles y miles de técnicos e ingenieros, muy bien preparados y entrenados por años en diferentes países, plantas y refinerías, con presupuesto venezolano; este era un personal invaluable, costoso y muy apetecido por las petroleras trasnacionales; y no tenían tiempo contiguo de complementar un equipo así; ya que se acercaba el alza de precios petroleros y era necesario aprovecharnos para ellos producir más.
El mismo Chávez tuvo la desfachatez de confesar varias veces en tv, que cuando uso aquel pito para despedir los primeros directivos y trabajadores, fue para limpiar a PDVSA. Esa limpieza significó el detrimento técnico y la disminución de la producción venezolana en los años de mejores estándares de precios petroleros; significo también la captación por parte de las trasnacionales de miles de técnicos e ingenieros petroleros venezolanos, para aprovechar los años de alza petrolera; tanto es así que muchos peritos venezolanos todavía se preguntan, cómo semanas antes del paro petrolero, se encontraban empresas petrolíferas trasnacionales solicitando sus currículos en Caracas y en el interior del país; pasó como el video juego que “profetizo” la explosión de Amuay. Bueno, aunque lo nieguen, la mala fama del detrimento técnico ahora también les está favoreciendo, contra la hipótesis de terrorismo de estado.