El segundo satélite venezolano, Miranda, que será lanzado al espacio desde la República Popular China a las 11:42 (hora local) de la noche del 28 de septiembre, está perfectamente acoplado con el lanzador que lo transportará al espacio, informó este lunes el gerente técnico de la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (Abae), Francisco Varela.
"El satélite Miranda ya está acoplado con el lanzador que permitirá enviarlo al espacio", dijo Varela vía banda ancha desde China, donde se está formando un grupo de profesionales venezolanos para controlar este dispositivo espacial desde la Base Aeroespacial Capitán Manuel Ríos (Bamari), ubicada en El Sombrero, estado Guárico.
Añadió que el equipo está haciendo las últimas pruebas, por lo que "podemos decir al pueblo venezolano que esperemos alegremente este viernes cuando tendremos en el espacio al satélite Miranda".
Al ser entrevistado en el programa A Toda Venezuela que transmite Venezolana de Televisión, mencionó que este satélite de observación de la tierra se enfocará en las necesidades de la población, en términos de planificación urbana, agrícola, seguridad y defensa del territorio venezolano, así como en la detección de recursos naturales, entre otros.
Varela explicó que este satélite de observación terrena y de percepción remota aportará beneficios a los agricultores venezolanos, mediante el seguimiento a los cultivos y plantaciones que son afectadas por inundaciones o sequías. Indicó que el agricultor se verá beneficiado, puesto que podrá prever el momento de siembra, y sí está expuesto o no a pérdidas.
"A nivel de planificación urbana se trabajará con la Gran Misión Vivienda Venezuela cuando proyectemos nuestros planes urbanísticos que estén asentados con las condiciones favorables en términos de servicios, para que el territorio disponga de todo lo que necesita", dijo Varela.
En este sentido, el satélite Miranda podrá proyectar en términos de imágenes satelitales un conjunto de técnicas que permitirán una planificación más ordenada y correcta, de manera que las zonas urbanas y rurales no se vean involucradas en deslizamientos de tierra y fallas.
"Las aplicaciones son múltiples, finalmente quien va a ser el beneficiario es el pueblo y las comunidades, tomando sus propias decisiones de cómo proyectar sus caminerías y vías de acceso para sacar adelante sus productos, sus producciones", puntualizó Varela.
Vía AVN