En los círculos internacionales está muy extendida la idea que los motores diesel son la herramienta más rentable para llevar agua y electricidad a las aldeas.
Sin embargo, Robert Freling, director ejecutivo de Solar Electric Light Fund(SELF), ha demostrado que la energía solar puede ser mucho más económica. “Exhibit A” es el proyecto de SELF para Benín, un pequeño país de África Occidental.
En 2007, esta ONG llevó a cabo un ambicioso plan para instalar un sistema de riego por goteo alimentado por energía solar en Dunkassa y Bessassi, dos aldeas rurales situadas en el norte de Benín. Con el fin de llevar agua para el cultivo, el proyecto combina dos tecnologías, energía solar y riego por goteo, que rara vez se han utilizado juntas.
La idea del proyecto surgió dos años antes, cuando Freling recibió la llamada de Mamoudo Sétamou, un profesor de agronomía de la Texas A&M University-Kingsville. Sétamou, que creció en Benín y había visitado recientemente la zona, estaba sorprendido por la falta de electricidad en esas aldeas. Sétamou había oído hablar de un proyecto de energía solar que SELF había llevado a cabo en unos pueblos nigerianos y decidió contactar con Freling.
«La falta de alimentos era su primera necesidad», afirmó Freling en su oficina de Washington D.C., donde hay una gran variedad de lámparas alimentadas por energía solar y fotos de sí mismo con Bill Clinton y el Dalai Lama. «Ocupaba el primer puesto en la lista de prioridades».
De este modo, en lugar de empezar con la electricidad, SELF desarrolló un proyecto para instalar sistemas de irrigación solar, que permitirían a las mujeres de estas aldeas cultivar hortalizas y frutas para la venta y el consumo propio. A diferencia del riego por aspersión, que rocía el agua en el aire, el riego por goteo se basa en la gravedad para sacar agua de un depósito a través de un sistema de tuberías y llevarla directamente a la raíz de las plantas. La mayoría de las aplicaciones, sin embargo, se basan en generadores diésel para bombear el agua.
Según Freling, siempre pensó en un sistema de riego por goteo alimentado por energía solar, aunque no sabían si ambos elementos funcionarían juntos, y si sería rentable. Tras el éxito obtenido en Dunkassa y Bessassi, la organización está tratando de ampliar el proyecto, llevando sus sistemas de riego a once aldeas más y buscando otro tipo de retos.
Vía National Geographic / www.diariorepublica.com