Luminosas y fugaces, las Perseidas adornarán el cielo la noche de este 12 de agosto y la madrugada del martes 13. Los interesados tendrán la oportunidad de ver la lluvia de meteoros, conocida también como Lágrimas de San Lorenzo –por coincidir con la festividad del santo– desde cualquier punto del país.Este año el satélite de la Tierra estará oculto, lo que facilitará la observación del fenómeno, en el que pasarán entre 80 y 100 meteoros por hora, informó Jesús Otero, presidente de la Sociedad Venezolana de Aficionados a la Astronomía y experto observador de meteoros por más de 35 años. “La Luna no interferirá con la observación, por lo que se podrá ver el radiante en todo su esplendor”.
Explicó que la lluvia de las Perseidas está asociada al cometa Swift-Tuttle cuya órbita intercepta la de la Tierra el 13 de agosto y el 17 de noviembre. En esta última fecha se produce otra lluvia de estrellas, conocida como las Leónidas. Alfredo Castillo, astrónomo aficionado y miembro de Sovafa, indicó que el fenómeno ocurre cuando el planeta embiste la estela de polvo que deja a su paso el cometa Swift-Tuttle. “Se produce cuando la Tierra, al desplazarse en su órbita alrededor del Sol, encuentra lo que se denomina un enjambre de meteoros, que es un anillo de escombros dejados por un cometa o un asteroide”. El especialista aseguró que en el caso de las Perseidas, la velocidad que alcanzan –200.000 kilómetros por hora, aproximadamente- genera la incandescencia que ilumina el cielo por la fricción con la atmósfera terrestre.El tamaño de los meteoros generalmente equivale al de un grano de arroz y en muchos casos al de un grano de arena. Sin embargo, hay meteoros que pueden alcanzar el tamaño de una manzana, y son conocidos como bólidos o bolas de fuego. Para Otero, lo que diferencia la lluvia de Perseidas de las otras es precisamente la cantidad de bólidos que produce. “Esta es una de las lluvias más fuertes, en promedio da 500 bólidos durante el periodo más activo”. Aseguró que esos meteoros no representan ninguna amenaza, ni siquiera para los aviones, pese a su tamaño.
En la bóveda del cielo. Para la observación del evento no se utilizan telescopios porque ese tipo de instrumentos reduce el campo visual, aseguró Castillo. “No se usan telescopios porque la lluvia abarca un quinto de la bóveda del cielo, lo que representa una zona muy vasta que no puede ser observada a plenitud con un telescopio”. Para el estudio del fenómeno, Sovafa organizará una noche de observación en el campamento Nora, localizado en el estado Miranda, junto con la Universidad de Carabobo, el Pedagógico de Maracay y representantes de la Embajada Estadounidense, en el que se prestará especial atención a la constelación de Perseo.
Orlando Naranjo, astrónomo de la Universidad de los Andes y coordinador de la Búsqueda de Objetos en el Sistema Solar en el Observatorio de Llano del Hato, explicó que cada lluvia de estrellas tiene un color característico, que está asociado a la composición química del meteoro y a la velocidad con la que entra en la atmósfera terrestre. Precisó que el color permite identificar el cometa al cual pertenecen los meteoros.Los especialistas aseguran que el estudio de la lluvia de estrellas posibilita el descubrimiento de nuevos cometas y la medición del efecto que generan las toneladas de materiales que caen en la atmósfera de la Tierra a diario. “El fenómeno es precioso y pocas veces se tiene la oportunidad de ver tantos meteoros por unidad de tiempo. Además, nos permite conocer la dinámica del Sistema Solar en relación con los cometas, y esta lluvia en particular es muy intensa. Desde Venezuela se puede ver muy bien”, subrayó Castillo.
Estas son las buenas noticias para los signos del zodiaco