Demoras en el despacho del servicio e incertidumbre por la marcha convocada para la próxima semana son algunas de las razones para que haya colas en las estaciones de servicio
Las estaciones de servicio amanecieron abarrotadas de carros, con colas que comenzaron desde las cinco de la mañana, y con estaciones de servicio sin combustible que despachar.
Desde tempranas horas de la mañana hay largas colas en las gasolineras que pueden sumar hasta tres cuadras. En la circunvalación 1, en la gasolinera Lago Pista, la cola sumaba hasta un kilómetro.
El personal de servicio de la bomba Paraíso dice que “se desconocen las razones para tanta cola”.
Alejandro Perdomo, bombero de la estación Paraíso, comentó que no existe razón para tantas colas. “Nosotros estamos surtiendo con la gasolina que quedó ayer -martes 15 de enero-, hoy no nos han surtido. Cuando se acabe la gasolina tendremos que cerrar hasta mediodía que llegue la gandola, bueno sí es que viene”, confesó el hombre de 40 años.
Carlos Fernández, un hombre de 36 años que después de dos horas en la cola logró llenar el tanque, manifestó que “es desesperante tener que esperar”. Según el ciudadano la principal razón de estas colas es que los venezolanos tienen miedo de lo que pueda suceder la próxima semana, por la marcha convocada para el 23 de enero por el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.
“Las personas ya no saben qué sucederá, debemos tener gasolina porque nunca se sabe qué puede pasar la semana que viene”, explicó Fernández mientras esperaba que el tanque de su camioneta se llenara.
La bomba universitaria estuvo cerrada mitad de la mañana, la gandola llegó a surtir a las 10 a. m. y ya afuera de la estación había una cola de carros esperando para recibir el servicio.
“Llegue a las cinco de la mañana, una hora después me dijeron que la bomba no tenía gasolina, pero decidí esperar el camión, igual las otras bombas estaban llenas”, expresó Efraín Ferrer, un ingeniero de 51 años.
Según Julio Leal, conductor de la gandola, las colas se deben a la falta de transporte para distribuir la gasolina. “El servicio es malo, no hay trasporte, ni conductores, todo eso influye a que las estaciones colapsen”, declaró el hombre que aún debía surtir dos estaciones más.
Joan Dávila, bombero de la estación universitaria, señaló que “las colas no cesarán, pues la gasolina no es suficiente para surtir tantos carros”. El trabajador mencionó que una vez que se agote el servicio en la estación, no los surtirán más, “quizás mañana y si se acuerdan”.
Los usuarios catalogaron la cola de la bomba Cecilio Acosta como “corta” en comparación con las otras estaciones. Fredy Vásquez, encargado de la gasolinera, comentó que la cola se debía a un retraso con la entrega del servicio.
“Ya por lo menos puedo ver la bomba, a las siete estaba en la otra calle y solo veía carros y más carros”, expresó Chrailyn Chirinos, gerente de servicios de oficia de 40 años.
Agregó que la cola se debe a que “los bomberos tienen preferencia por aquellas personas que pagan un precio mayor por el servicio, mientras que los usuarios que pagan lo justo deben esperar”.
Via LV/Diario republica
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