Así comienza el día en Maracaibo. Una unidad de transporte colectivo perteneciente a la ruta El Moján, matrícula 07AA9AA, se alista para recibir su despacho de combustible en la estación de servicio cercana a la Caja Regional, avenida 15 Delicias, cerca del elevado. El detalle es que va cargada de pasajeros, lo cual es una transgresión flagrante de las normas, que exigen bajar a los usuarios para esto.
Al preguntarle al conductor la razón de esta conducta, respondió: «Nosotros no echamos gasolina con pasajeros, lo que pasa es que salí antes de la parada y si llego así me ponchan». Se le interrogó si estaba consciente de que era una transgresión de la ley, y respondió afirmativamente.
Esto ocurre todos los días ante la complacencia por omisión de las autoridades. Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia, Polimaracaibo, Tránsito Terrestre y demás cuerpos responsables dejan pasar bajo de la mesa todos los días, hasta que ocurre sucede una desgracia como la que le arrancó la vida a Alejandro Maldonado en agosto de 2009, cuando por violar la norma que obliga a cerrar la estación gasolinera para el despacho con cisterna, el joven sufrió mortales quemaduras.
Redacción DiarioRepublica.com