La violencia no da tregua en el municipio La Cañada de Urdaneta. Los residentes están alarmados ante la creciente ola de sicariatos que azota en la localidad. En menos de 48 horas, delincuentes perpetraron la muerte por encargo, número 22, en lo que va de año.
Richard Enrique Nava, de 43 años, recibió múltiples impactos de bala mientras compraba desayuno.
El homicidio ocurrió a las 7:00 de la mañana, en la calle Cementerio, sector Paujalito, parroquia La Concepción.
Según testigos del hecho, Nava se encontraba en casa de su cuñada, donde funciona una venta de comida, cuando llegaron dos sujetos en moto.
Richard intentó escapar de sus victimarios, pero fue alcanzado por las balas. Corrió unos 15 metros entre la puerta principal de la casa y el patio, donde cayó muerto.
“Richard salió temprano de su casa a comprarle comida a sus hijos para el desayuno. A los pocos minutos de haber llegado a la casa de su cuñada. lo mataron”, expresó un familiar de Nava.
Al sitio se trasladaron oficiales del Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia (Cpbez), para resguardar el lugar.
El cuerpo de Nava quedó tendido en el piso. Sus parientes le colocaron una sábana encima para cubrirlo, mientras lloraban desconsolados. La mayoría de los impactos de bala los recibió en el pecho y la cabeza. Gritos desesperados que reclamaban justicia se dejaron escuchar en toda la calle.
“Más de quince detonaciones me despertaron. Cuando me levanté de la cama, me enteré que habían matado a un hombre”, contó un vecino.
A la dueña del negocio y cuñada del fallecido, la trasladaron a un hospital para prestarle asistencia médica. Se desmayó por un ataque de nerviosismo.
Nava trabajaba como pescador. Su familia es dueño del restaurante y parador turístico Playa Chico. Residía en la calle El Taladro, del sector La Plaza, con su esposa y tres hijos.
Amigos de Richard Enrique, refirieron que era “muy buena persona y no tenía problemas con nadie”.
“Ya no se puede vivir en La Cañada de Urdaneta. Todos los días hay que encerrarse temprano en las casas para evitar la violencia. Las autoridades policiales deben tomar acciones contundentes para atacar esta alarmante situación”, denunció , Pilar González, residente del municipio.
El pasado viernes, Andreo José Morales Melán, de 37 años, fue ultimado por un par de pistoleros, quienes lo interceptaron cuando se desplazaba en su camioneta a la granja donde trabajaba. Ocurrió en el sector Santa Pascua.
Vía Panorama