Zuleima Vílchez es la nueva víctima de los motopiratas de Ziruma. No lo sospechó siquiera. Estaba en la cola de la Mitsubishi de Delicias en sentido sur-norte. Regresaba a su casa luego de visitar a un familiar en Tierra Negra, sola, en su Optra vinotinto.
Su carro no tiene vidrios ahumados, pero no pensó que eso fuera causal para que le asomaran un cañón en su ventana. Dos motorizados, de lado y lado, la sorprendieron. El sonido del metal contra el vidrio la asustó, más aún el arma. Hablaba por teléfono con su hija en ese preciso momento diciéndole que ya iba camino a casa. Debió bajar el vidrio, temblorosa. Solo escuchó: «Apura, pues, mamita; celular y cartera, pásaselo al pana del otro lado. No te vais a poner payasita que nadie se va a meter por vos».
Muda, bajó el vidrio del copiloto y entregó su Galaxi SIII y la Michael Kors con chequeras y documentos. No se atrevió a hablar. En segundos ya no estaban. Ella quedó en shock. El arma la tiene en la mente, contó a Diario República. Los carros tocaban sus cornetas y solo las fuerzas le dieron para poner intermitentes. Los carros comenzaron a adelantarla por la izquierda.
Esta es una de las tantas historias lamentables que ocurren con frecuencia en el sector.
La avenida de Delicias se ha convertido en una guillotina entre las 6:00 y 7:30 de la noche, y los ciudadanos, que reconocen el incremento de presencia policial en las calles de Maracaibo, piden a los organismos de seguridad regionales y municipales, poner el ojo a los 500 metros de peligro en la vía.
Por el modus operandi se sospecha que son los mismos hampones que operaban en la avenida Guajira, entre el elevado de Ziruma y Palaima.
Desde principios de 2011 empezaron a generar zozobra en la zona y las investigaciones apuntaron a que la banda era de Las Tarabas, Ziruma y La Corubas, sectores aledaños, tanto a la avenida Guajira como a Delicias.
Las mujeres siguen siendo el objetivo principal, más aún sin viajan en carro, solas y con vidrios claros. Las transeúntes no se salvan, y si un hombre se descuida también es atracado “a cañón”.
Sonia Espinoza, quien trabaja en un local del mall, también denunció a Diario República: “Hace dos semanas me quitaron el bolso mientras esperaba un carro por puesto de San Jacinto frente al centro comercial. Eran las 7:00 de la noche y casi no había gente en la calle”.
Según las denuncias ciudadanas los atracadores aprovechan el canal sur norte, el más congestionado para los robos.
María Sequera, comerciante: “Me llegaron dos motos, de lado y lado, y me tocaron el vidrio con el cañón de las pistolas. Me puse nerviosa, les entregué todo, y se fueron por las calles que conectan Delicias con el Círculo Militar”, contó.
Una experiencia similar vivió Ernesto Sánchez, a quien le
arrebataron su teléfono móvil cuando trató de responder un mensaje de texto en plena avenida. “Iban dos personas en la moto. Estaba concentrado en el texto y no noté lo mucho que se acercaron. De ahora en adelante, hay que tener mucho cuidado para no ser una víctima”, dijo.
Quienes trabajan y transitan con regularidad en la avenida Delicias demandan mayor presencia policial con el objetivo de disminuir los hurtos. “Salimos con miedo. Por todos lados aparecen los motorizados. Parece que se te lanzaran encima y no te da tiempo evitarlos”, contó Sánchez.
En otros sectores
También son frecuentes los hurtos de los motopiratas en la avenida Guajira. Nelson Ortiz relató que después de las 5:00 de tarde los delincuentes hacen de las suyas en el elevado de Ziruma, las adyacencias de la Universidad del Zulia y la Urbe.
Los transeúntes de la vía son testigos a diario de cómo, con pistola en mano, los asaltantes amedrentan a sus víctimas.
Los choferes de transporte público de las zonas más afectadas consideran que la falta de iluminación en las calles favorece a los delincuentes.
Redacción DiarioRepublica.com