Las investigaciones en torno al asesinato del basquetbolista zuliano Douglas Antonio Chiquito, comienzan a tomar su rumbo luego de analices de escena, evidencias colectadas, y entrevistas a testigos y familiares, que han permitido, de momento, a los funcionarios de la policía científica manejar el caso como un posible crimen pasional, debido a que el jugador no fue despojado de sus pertenencias y sus acompañantes resultaron ilesos ante la presencia de los dos sicarios.
Una fuente policial reveló que aparentemente la pareja de Chiquito, identificada como María Alejandra Huerta, quien se desempeña como presidenta de la organización Mini World Venezuela, era pretendida por un mafioso que opera en la Costa Oriental del Lago (COL), y el criminal enloquecido por la belleza de la mujer ordenó acabar con la vida de Chiquito, para poder aferrarse a su deseo de tener a la dama.
Los detectives indagan para determinar si la pareja del jugador correspondía en silencio las pretensiones del mafioso, quien habría ordenado ejecutar esta muerte.
Huerta, luego de presenciar el crimen de su esposo, fue llevada por uniformados del CICPC, subdelegación Cabimas, donde estuvo retenida durante horas bajo un intenso interrogatorio, donde negó tener vínculos con hombres de dudosa reputación.
También se conoció mediante fuentes policiales, sobre unas llamadas de extorsión del que fue víctima Chiquito, hace varios meses, donde le exigían altas sumas de dinero. Queda por parte de los uniformados determinar si era el mismo mafioso al que tienen en la mira, el que orquestaba todo para intimidarlo.
Hasta el momento, la investigación sigue su curso. Los detectives siguen pesquisando y allanando varios sectores de Los Puertos de Altagracia, para dar con el paradero de los dos sicarios que le arrebataron la vida al jugador que se desplazaba a la 1:30 de la tarde del jueves, a bordo de su carro por la vía El Mecocal, junto a su esposa, hija y dos amigas, cuando fueron interceptados por los matones.
Chiquito intentó huir, pero los cauchos del lado izquierdo del vehículo estallaron lo que obligó a perder el control de la unidad y detenerse. La víctima bajó con su niña en brazos, pero un primer disparo en el pecho llevó a que colocara a su pequeña dentro de la unidad; posteriormente los hampones volvieron a accionar sus armas en cuatro oportunidades, hasta segarle la vida.
Via NAD/Diario Republica
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