Los familiares de las nueve personas detenidas por la Guardia Nacional Bolivariana, la noche del sábado en un establecimiento en Cabimas, por presunto bachaqueo protestaron, la tarde de este martes, en las adyacencias del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, extensión Cabimas.
“Mi papá es un trabajador petrolero que está entre los nueve detenidos, él solo tenía su tarjeta de débito y crédito, era la suya, no la de otra persona. Cuando llegaron los funcionarios, él no corrió, como lo hicieron otras personas, porque no tenía nada que temer”, contó José Quiva, hijo de uno de los detenidos.
A estas personas, en la presentación en tribunales, la tarde-noche de este lunes, se les imputó por boicot y extorsión agravada.
Los parientes, con pancartas, señalaron: “no son bachaqueros” y dijeron que entre los aprehendidos están dos trabajadores petroleros y un docente de un liceo cabimense.
El abogado Larry Molero, representante legal de los nueve detenidos, explicó que no existen elementos para vincularlos con ese tipo de delito relacionados con la delincuencia organizada.
“Han sido, a criterio de esta defensa, privados ilegítimamente de libertad. ¿Qué sucede? Hay una precalificación del delito que hace el Ministerio Público, haciendo una acusación bastante gravosa: de extorsión agravada y boicot, donde no llena los extremos del artículo 16 contra la delincuencia organizada”, expresó el jurista.
Cuando se hace referencia al Boicot, según la explicación que ofreció el abogado sería “interrumpir las labores normales , que en este caso hace el Abasto Bicentenario. No permitir hacer la compra, que se desarrollen, las situaciones de ventas que, como ustedes saben, hay mucha escasez en el país. Estas personas que no tienen antecedentes penales ni policiales; son trabajadores, padres y obreros que necesitan como ustedes y yo, adquirir los productos de primera necesidad que no se consiguen. Las personas simplemente trataron de organizarse, como sociedad civil, para tener un control de lo que es ese despelote, que se forma cada vez, en un tipo de expendiendo productos de primera necesidad, para que se organicen”.
Molero también se refirió a la precalificación del otro presunto delito. “No se puede hablar de extorsión, porque no hay víctimas, a nadie se le está pidiendo dinero, la contraprestación de un bien, mueble e inmueble u objeto de valor para adquirir los productos de primera necesidad. Simplemente se estaban organizando para hacer la cola e ir a pernoctar en sus casas, y no dormir exponiendo las vidas dentro de las cercanías del Abasto Bicentenario”.
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