– Agua natural: Es la elección más saludable, porque satisface tu necesidad básica de líquidos; es básica para activar tu metabolismo y que tu cuerpo trabaje de manera normal. Provee minerales esenciales como calcio, magnesio y fluoruro. Se recomienda beber entre 750 y dos mil mililitros al día, es decir, entre tres y ocho vasos.
-Leche semi y descremada; bebidas de soja sin azúcar adicional: Son la principal fuente de calcio y vitamina D; aporta proteínas de alta calidad. Se recomienda beber de cero a 500 mililitros al día, es decir, entre cero y dos vasos al día.
– Café o té sin azúcar: Ambas bebidas tienen flavonoides, antioxidantes y micronutrientes que ayudan a prevenir el desarrollo de enfermedades como la diabetes tipo 2. Puedes ingerir de cero a un litro de café o té al día (cero a cuatro tazas). Es importante que las consumas solas, porque al agregarle leche, crema o edulcorantes, aumentas el índice calórico.
– Jugos de fruta, leche entera, bebidas deportivas o alcohólicas: Son las que tienen más calorías y pocos beneficios para la salud. Por ello, sólo se puede ingerir entre cero y 125 mililitros al día (cero a medio vaso).
– Gaseosas y aguas saborizadas: Estas bebidas tienen calorías en exceso y no aportan ningún beneficio nutricional. No se recomienda su consumo; en caso de hacerlo, sólo tomar un vaso.
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