- El preservativo y la píldora siguen siendo los dominadores del mercado.
- El parche y el implante dérmico o el DIU hormonado son todavía poco conocidos en nuestra sociedad.
- El anillo vaginal, en cambio, va ganando aceptación en los últimos tiempos.
- En España, el 75% de las mujeres en edad fértil recurren a algún método anticonceptivo.
- Lejos quedan aquellos remedios a base de miel y vinagre usados en el Renacimiento.
- Las españolas prefieren el preservativo aunque temen menos los métodos hormonales.
- La píldora anticonceptiva masculina, cada vez más cerca.
Los métodos anticonceptivos han ido evolucionando con el paso de los siglos. Lejos quedan aquellos remedios a base de miel y vinagre usados en el Renacimiento. Hoy, la creciente diversidad de anticonceptivos hace que la elección se adecue a los deseos y particularidades de cada hombre y mujer. Los clásicos, como el preservativo o la píldora, siguen dominando el mercado. Le siguen en menor medida, el DIU y métodos permanentes (vasectomía o ligadura de trompas). Pero surgen además, nuevos métodos como el anillo, los parches y los implantes, cuyas características repasan esta semana en Consumer.
La nueva píldora
La píldora clásica, con más de 5 décadas a sus espaldas, ha dado lugar a nuevos tratamientos hormonales orales con otras composiciones. Es el caso de las píldoras con estradiol que controlan de una forma más efectiva el ciclo menstrual y tienen un perfil bioquímico más favorable para la mujer. La minipildora es otra novedad. La píldora clásica está compuesta de dos hormonas femeninas: el progestágeno, que actúa como anticonceptivo, y el estrógeno, que regula el ciclo menstrual y que puede tener efectos adversos en mujeres maduras con riesgo cardiovascular por fumar o tener hipertensión, diabetes, obesidad o altos niveles de lípidos. La minipildora solo contiene progestágeno. Así, se evitan sus efectos indeseables y es idónea para mujeres mayores.
Los nuevos anticonceptivos
Al margen de los métodos anticonceptivos más usados (preservativo y píldora), los nuevos aún son poco conocidos y utilizados por la mujer española, a pesar de sus ventajas. En la última década han surgido los siguientes:
Anillo vaginal: su composición equivale a la de la píldora clásica (estrógenos y gestágenos). Es un anillo de plástico especial con hormonas que se introduce por la vagina. Se lleva tres semanas y se retira una semana para descansar, tras la cual se reanuda la anticoncepción. Tiene la misma eficacia que la píldora, las mismas indicaciones y un control del ciclo excelente. Su ventaja principal es que se producen menos olvidos al tener que retirarlo solo una vez al mes. Entre sus inconvenientes destaca que la manipulación vaginal puede despertar cierta reticencia en algunas usuarias y puede acompañarse de un aumento de la secreción vaginal, aunque no de más infecciones. Su precio se sitúa en torno a los 20 euros.
Parche dérmico: se coloca una vez a la semana y se lleva de forma continuada durante 21 días seguidos, tras las cuales se descansa una semana. Tiene las mismas indicaciones que la píldora y el anillo vaginal. Entre sus inconvenientes; produce molestias mamarias con frecuencia en los dos primeros ciclos de utilización, aunque tienden a disminuir; a veces, causa irritación en el punto de aplicación. Una caja de tres unidades, que sirve para un mes, suele costar 17,50 euros y una de nueve unidades, en torno a los 48 euros.
Implante dérmico: es una varilla subcutánea que se coloca en el brazo por debajo de la piel, y que dura un período de tres años durante el cual es altamente eficaz. La principal causa para que se abandone su uso son las alteraciones en el sangrado menstrual: es normal que se pierda la referencia de la regla mensual y el sangrado se comporte de forma irregular, con tendencia a la disminución o desaparición. En algunas mujeres puede producir acné, alteraciones del humor o aumento de peso, sobre todo si ya tienen sobrepeso. Lo prescribe y lo implanta un médico. El precio ronda los 160 euros y está financiado por la Seguridad Social.
DIU hormonado: el dispositivo intrauterino hormonado tiene diez años, pero apenas se conoce a pesar de tener una eficacia superior a la ligadura de trompas. El DIU, un dispositivo que se coloca en el útero de la mujer, lleva una hormona que ejerce una acción local eficaz para evitar el embarazo. El hormonado registra una eficacia superior a la de los métodos quirúrgicos (ligadura o vasectomía) y se usa también como tratamiento para el sangrado ginecológico excesivo. Puede alterar las reglas, que tienden a la disminución o desaparición de sangrado. El precio oscila entre 150 y 180 euros.
Essure o bloqueo de trompas sin cirugía: es un método permanente que consiste en un dispositivo metálico que se introduce mediante histeroscopia, una técnica que permite visualizar el interior del útero y las trompas de Falopio y se ubica en ellas para impedir que los espermatozoides fecunden el óvulo. Es un método muy eficaz, sin hormonas, pero irreversible, igual que la ligadura de trompas, por lo que las mujeres que se decidan por él deben estar seguras de no querer tener más hijos.
Vía 20minutos.es