Este Viernes Santo, cuando se conmemoró la pasión y muerte de Jesucristo, las calles del centro caraqueño se colmaron de feligreses que, buscaron renovar su fe, recorriendo los siete templos.
La tradición católica, según los citadinos, cada día cobra más vida. Y una muestra de ello fueron las aceras y bulevares del casco central repletos de familias ataviados con las túnicas moradas, exhibiendo imágenes del Nazareno de San Pablo y cargando la cruz como símbolo de rendición y de culpa.
Desde muy temprano esperaron la apertura de las iglesias y una vez dentro hicieron actos de devoción a la Virgen María y al Santísimo Sacramento, dos de las imágenes más adoradas.
Santa Capilla, Altagracia, Las Mercedes, San Francisco, Santa Teresa, La Catedral y La Trinidad, figuraron entre los siete templos con más asistencia, durante la mañana de este viernes.
Como de costumbre, por estas fechas, no faltó el comercio informal. Se ofertaban cinco velas por Bs. 20; rosarios hasta Bs. 150; imágenes de yeso hasta 750 Bs. y palmas benditas desde Bs. 15.
Los vendedores de agua, refrescos y helados también se aprovecharon la ocasión y de la ausencia de fiscales que controlaran los precios, pues un “raspaíto” no bajaba de los 30 bolívares.
En la Arquidiócesis de Caracas, la Catedral, se ofició la misa de las Siete Palabras.
UN/www.diariorepublica.com