Se pierde en la memoría del colectivo marabino, san francisquense y cabimense la última vez que por más de sis meses pudieron transitar por los Haticos sin que los carros recuerden a un auto espacial en la superficie lunar.
¡Señores estamos pasando por el culo de maracaibo a taparse la nariz pues!, grita a son de broma pero con una advertencia real, el colector del bus de la línea de la Polar cuando toman la vía de Los Haticos a la altura de la estación de servicio La Milagrosa.
Es que la visión y el aroma a heces fecales marinadas en sus propios líquidos que tienen que soportar tanto transeúntes como los pasajeros y chóferes que deben pasar por allí no hay palabra alguna que pueda describirla con exactitud.
Sumándole además el daño que ha sufrido el asfalto en esa zona lo que obliga a pasar lentamente para que no se reviente el caucho o se le reviente el tren delantero del vehículo del valiente conductor que de meterse por el también conocido como corredor vial Roberto Luckert.
Todas las gobernaciones han invertido en la recuperación de lo que en otrora era el pulmón comercial más importante de la capital zuliana y por lo tanto del estado completo y que ahora solo muestra vestigios de comercios cerrados y muchos huecos y aguas negras que afean y hacen imposible el paso de cualquier vehículo.
La ciclo vía se perdió no por falta de uso delos ciclistas, sino por que se hundió y anegó de heces fecales que salen desproporcionadamente tomando la via en ambos sentidos formando colas y obligando a la linea de Los Haticos 2 a desparecer de esos lares y cambiar su ruta, tengan o no el permiso del Imtcuma.
Es eso o perdermos los carros que ya bastante deteriorados estás por la falta de repuestos, indicó Manuel Jiménez, chofer de la linea.
Lo peor de esta realidad es que esta vía que es de paso obligatorio para las rutas que van hacía el KM 4 y Las Banderas parece ser un reto que se niegan a asumir en conjunto todos los niveles de estado y empresas socialistas pues tanto la Alcaldía de Maracaibo, La gobernación del Estado Zulia e Hidrolago y el ministerio del ambiente deberían volcar su mirada para recuperara este espacio robado por la pestilencia, los huecos, la basura y la inconsciencia.
Herwin Godoy Herwin Godoy