Con el post tensado de las guayas del muro de refuerzo del estribo norte, los expertos del departamento de Estructura de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Zulia (LUZ) concluyen el trabajo de un año que permitió continuar la construcción del distribuidor Antonio José de Sucre, en el sector Los Patrulleros de Maracaibo.
El mismo equipo que tiene a su cargo el mantenimiento del puente Rafael Urdaneta diseñó el muro y supervisó su construcción, aportando una solución eficaz a los graves problemas de estructura que presentaba el terraplén de tierra armada en su lado norte, abandonado por más de una década por los gobiernos de turno que dirigieron el Zulia.
El “Antonio José de Sucre” es uno de los tres distribuidores que se levantan en el corredor urbano Hugo Chávez (antigua C-3), cuya supervisión está en manos del Metro de Maracaibo, adscrito al Ministerio del Poder Popular para Transporte Terrestre, en conjunto con la Gobernación Bolivariana del Zulia.
El ingeniero Alfredo Navarro, quien encabeza este grupo de expertos, señaló que no existían las condiciones para colocar el puente en el estribo norte: “Estuvo mucho tiempo abandonado, las lluvias provocaron una zanja, hubo percolación de agua entre las grietas y se cayeron las escamas (placas laterales)”.
Por ello, en conjunto con el Metro de Maracaibo y la Secretaría de Infraestructura de la Gobernación del Zulia, se propuso como solución el diseño y construcción de un muro, para que absorbiera la carga del puente.
Esta estructura tiene once metros de alto y 60 metros perimetrales, por lo que requirió un sistema de tensado en la parte de arriba, es decir, una articulación que impide que se abra hacia los lados.
El docente universitario indicó que este sistema mantiene las paredes del muro con la mayor rigidez posible. Son 19 guayas, que terminan en dos cabezales de acero y miden una pulgada y 1/8 de diámetro y 21 metros de longitud aproximadamente.
Cuando los vehículos pasan, las guayas absorben la carga y el muro está aliviado. De hecho, aseguró que si se produjera un sismo el muro es capaz de soportarlo y el puente no sufriría, no se caería.
Para Navarro “el trabajo ha sido arduo, pero estamos satisfechos porque este muro refuerza la estabilidad del distribuidor”.
Prensa MDM