El viaje este martes de Felipe González desde Caracas hacia Bogotá en un avión oficial colombiano desató tensiones con la administración de Nicolás Maduro, luego de que el expresidente del gobierno español intentara defender líderes opositores encarcelados en Venezuela.
González, quien llegó a Caracas el domingo, pretendía ejercer como «asesor técnico exterior» en la defensa de Antonio Ledezma, alcalde de la capital venezolana, y Leopoldo López, líder del partido opositor Voluntad Popular, ambos capturados, acusados de incitar a la violencia y conspirar contra Maduro.
Al no permitírsele visitar a López, cuyo juicio prevé una nueva audiencia este miércoles, y haberse aplazado la audiencia de Ledezma, el expresidente del gobierno español (1982-1996) salió rumbo a Bogotá en un avión de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) que le envió el gobierno de Juan Manuel Santos.
El gobierno venezolano citó al embajador de Bogotá en Caracas, Ricardo Lozano, para «pedir explicaciones» sobre el préstamo de esa aeronave.
«Yo espero explicaciones claras del gobierno colombiano sobre esto de prestar el avión presidencial de Colombia a un señor que vino a desconocer las instituciones venezolanas y apoyar a grupos extremistas que han querido derrocarme», dijo Maduro.
González, abogado de formación, fue declarado hace más de un mes persona «non grata» por la mayoría chavista de la Asamblea Nacional de Venezuela.
Pese a no poder cumplir su objetivo en la capital venezolana, el exmandatario español se reunió este lunes con la coalición opositora Mesa de la Unidad, calificada por Maduro como «grupo de la extrema derecha».
Vía Panorama/www.diariorepublica.com