El presidente de la República, Nicolás Maduro, rememoró este lunes al líder venezolano Fabricio Ojeda asegurando que es uno de los líderes más valiosos y brillantes del siglo XX, en el acto que dio bienvenida a sus restos en el Panteón Nacional.
«Ha entrado hoy (este lunes) al Panteón Nacional por sus propios méritos de luchador, como patriota, como joven eterno», dijo.
Durante el evento el Jefe de Estado recordó los esfuerzos de aquellos revolucionarios como Ojeda que vieron la necesidad de luchar en armas por los derechos fundamentales de una nación libre y soberana ante la dictadura militar que dirigió Marco Pérez Jiménez. “Tomar el fusil para defender la palabra, la idea, el sueño de una generación admirable”.
Los restos mortales de Fabricio Ojeda fueron trasladados desde el Cementerio General del Sur, en una movilización popular con distintos movimientos sociales y políticos, hasta el Panteón Nacional.
“Un joven de 29 años apenas, de quien hace 59 años un día como hoy era presidente de la Junta Patriótica Cívico Militar que derrocó la última dictadura pro-imperialista que existió bajo el mando del general Marcos Pérez Jiménez».
El Presidente señaló que el acto honorífico a Ojeda tiene como finalidad realzar los valores de quienes lucharon por la libertad del pueblo de Venezuela ante la opresión y conmemorar la historia para crear conciencia popular.
“Nosotros hacemos un esfuerzo tremendo para estar a la altura de quienes han representado los grandes valores, desde Guacaipuro, Chaco, Caricuao, (…) desde el negro Andresote y los cimarrones, José Leonardo Chirino y el Negro Primero y hasta el liberador Simón Bolívar quien preside este Panteón de héroes”, enfatizó
Como parte de los honores el Mandatario entregó a Ojeda la Orden Libertadores post mortem primera clase.
Fabricio Ojeda se destacó en la política, el periodismo y la lucha revolucionaria, y como joven comunista, al frente de la Junta Patriótica (conformada por el PCV, URD y jóvenes revolucionarios de AD y Copei), emprendió el combate popular contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, derrocado el 23 de enero de 1958.
Ojeda, quien había sido electo por voluntad popular como diputado al Congreso Nacional, en diciembre de 1958, decidió renunciar a ese cargo en junio de 1962 e irse a las montañas para combatir junto a los grupos guerrilleros por la liberación de Venezuela.
El 20 de junio de 1966 fue capturado en La Guaira por el Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (Sifa). Dos días después y en muy extrañas circunstancias apareció asesinado en su celda de prisión.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com