El presidente uruguayo, José Mujica, descartó que en América Latina haya una figura que pueda encarnar a corto plazo el símbolo que representó Hugo Chávez, el líder venezolano muerto el martes a los 58 años por un cáncer.
En una larga conversación telefónica con BBC Mundo desde Caracas, a donde asistió para despedir los restos de su «amigo entrañable», Mujica dijo que la causa de la integración regional planteada por Chávez sigue vigente y marcó varios desafíos para Venezuela y el continente.
A su juicio, «es una hora de luchar por libertad y por paz» en Venezuela. «Espero que tengan la habilidad de poder conducir esto. Porque las contradicciones en una sociedad no se aplastan; se conducen», dijo.
También sostuvo que Brasil tiene una «responsabilidad histórica» de liderar sin crear un nuevo imperio regional y que Estados Unidos debe respetar y dejar a los latinoamericanos ser ellos mismos.
Lo que sigue es un resumen del diálogo con Mujica sobre el legado de Chávez, el desafío de Venezuela y el papel de la región.
¿Qué legado dejó Chávez para América Latina en términos históricos?
Todavía los sucesos están muy frescos. Hay que tomar un poco de perspectiva, paciencia y tiempo.
Nunca hemos estado tan cerca los latinoamericanos como hoy.
¿Es autor Chávez de eso? ¿O también se puede interpretar que Chávez es una expresión notable de algo que nos viene pasando? Izquierda y derecha en América Latina no se podían sentar en la misma mesa. Y hoy lo más notable es que latinoamericanos de credos muy distintos políticamente es como si hubiéramos decidido empezar a caminar juntos y no repelernos por las diferencias.
Algunas decisiones que tomó Unasur rápidamente en momentos medio dramáticos eran impensables en América Latina hace algunos años. Por ejemplo, cuando la tentativa de golpe de Estado que se produjo en Ecuador, rápidamente se juntaron todos los presidentes y hubo propuestas radicales por presidentes muy distintos. Eso era impensable.
No sé si nos estamos juntando por Bolívar o por Martí. Nos estamos acercando por el susto estratégico de lo que está pasando en el mundo.
Vía BBCMundo