La oposición del país entregó la conducción de sus políticas a un «grupo fanático, cultor de la violencia» que se columpia, a conveniencia, entre la legalidad y ilegalidad, manifestó este lunes el político, abogado y periodista, José Vicente Rangel, en su columna El Espejo, publicada en el diario Últimas Noticias.
Indicó que tras el resultado de la elección presidencial del 14 de abril, la oposición «entrega la conducción a un grupo fanático, cultor de la violencia, para el cual la legalidad es una banalidad o es un estorbo, que aplica con descaro una política que le permite columpiarse entre la actividad legal e ilegal».
El ex ministro de la Defensa de Venezuela reiteró en su columna la tendencia fascista de este grupo, que desconoció los resultados, llamó a sus seguidores y ocasionó la muerte de 11 militantes socialistas, 70 heridos y daños materiales a instalaciones públicas y a oficinas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Rangel sostuvo que este accionar deja en evidencia la esencia de un sector político que cuando es desplazado en el poder «opta por reaccionar pateando las reglas del juego».
«El fascismo siempre ha sido el último recurso de la burguesía en tiempos de crisis», advirtió.
Recordó que el mismo comportamiento imperó en los años 2002-2003, cuando fallecieron otros 19 ciudadanos en manos de sus cuerpos armados y cuando intentaron quebrar una de las más importantes empresas del país: Petróleos de Venezuela.
Indicó que esta es la «manifestación rampante de un activismo inspirado en los códigos que el fascismo dejó como legado siniestro».
Alertó que «el fenómeno del fascismo en Venezuela ya no es posibilidad sino realidad» y forma parte de «un sector social que avanza a través del entramado institucional y la quiebra de valores fundamentales».
Indicó que tanto el Estado como la sociedad tienen ante sí el desafío de enfrentar con instituciones sólidas y eficientes una manera de hacer política que se abre paso en el país, apuntalada en el delito y la violencia: El fascismo.