«Poco puede interesar la cara bonita de alguien si su espíritu, su alma y su deseo atentan contra la construcción colectiva del legado de Chávez», respondió el columnista Nícmer Evans tras la andanada de reacciones por su «Carta Pública a Nicolás Maduro: Dejemos las sumas que no suman nada».
Luego de que un grupo de actores y actrices decidiera manifestar público apoyo a Maduro como candidato presidencial, Evans plasmó algunas crítica no muy bien recibidas. Entre quienes rechazaron los comentarios figuraron el canciller de la República, Elías Jaua, y el propio destinatario del mensaje, el presidente encargado.
En un escrito titulado «Ante el torbellino, bienvenido el debate de ideas», Evans condensó respuestas ante todas las reacciones: «Como en la parábola del hijo pródigo, a veces corremos el riesgo de ser más condescendientes con los recién llegados que con aquellos que, como decía Bertold Brecht, han luchado toda una vida y son, por eso, imprescindibles».
Advirtió: «No mandemos acallar la crítica, las voces discordantes, los puntos de vista diferentes, pues ese hacer fue lo que arrastró al fracaso a otras revoluciones a lo largo de la historia».
El intelectual del chavismo aseveró que es importante reanimar la discusión del país, que a su juicio «ha sido banalizada por una visión pragmática electoral».
Asimismo, cito las palabras de Fidel Castro en su entrevista con Ignacio Ramonet: «Es la crítica la que eleva la moral de las masas, y no al contrario».
Agradeció la atención prestada a su escrito, «no sólo por la gran cantidad de voces en apoyo, sino, por aquellos que sanamente han hecho aportes. También agradezco a aquellos que, aunque con descalificaciones y epítetos, se han tomado la molestia de leerme e iniciar un debate crucial para el porvenir del proceso revolucionario».
El politólogo advirtió: «Tengamos cuidado con aquellos ‘más chavistas que Chávez’ que jamás sumarán, sólo el pueblo salva al pueblo».
Concluyó reafirmando su permanentemente disposición a debatir, «siempre lo he hecho contra el adversario en medios, foros, conferencias y asambleas donde he sido invitado, pero no hay nada mejor que debatir entre iguales, tanto las ideas que nos acercan, como aquellas que son objeto de diatriba política».
Lea aquí el artículo completo «Ante el torbellino, bienvenido el debate de ideas»Redacción DiarioRepublica.com