Por: Joaquín Chaparro
La posición que los jóvenes ocupan en la sociedad y su papel en el devenir histórico de la misma, es un tema de controversia en el ámbito político. La juventud, ha persistido en las luchas por sus necesidades, deseos, pautas de actuación y niveles de compromiso. Sobre estas cuestiones, nosotros como orientadores de la generación de relevo, tenemos la preocupación por la forma en que las nuevas generaciones se incorporan al orden social establecido, con sus conflictos, con el grado de continuidad o con el cambio que introducen en los procesos sociales y políticos. El debate público sobre la situación de los jóvenes en Venezuela y particularmente en Maracaibo, esta atravesando por situaciones sociales paradójicas, porque se pretende hablar de los jóvenes desde una perspectiva equivocada, por ello, es necesario ser objetivo y tomar en cuenta nuestras preocupaciones sobre la marcha de los asuntos colectivos, tomar en cuenta las perspectivas de los nuevos lideres e interpretar efectivamente sus relaciones intergeneracionales.
Actualmente, pareciera que los jóvenes han dejado de ser protagonistas de la vida social, y ellos mismos se organizan recluidos en su individualidad, atrapados en una red de dependencias que les impide desarrollarse como sujetos autónomos con capacidad de decisión sobre sus proyectos vitales, se ven empujados hacia posiciones periféricas y sólo se hacen visibles socialmente bajo la etiqueta de problemas sociales. Por esa razón, nos hemos propuesto, con mi equipo de trabajo, formar a los jóvenes de las parroquias de la circunscripción electoral numero tres (Francisco Eugenio Bustamante, San Isidro y Antonio Borjas Romero), prepararlos, formarlos y brindarles un reconocimiento a su labor diaria como estudiantes, como activistas y fundamentalmente como personas, con posibilidades de tomar decisiones, con capacidad de producir y con potencialidades para el futuro.
Estoy convencido que con la fuerza de la unidad, integrada por esos jóvenes batalladores, responsables, disciplinados, organizados, con vocación de trabajo planificado, basado en la constancia y con el espíritu emprendedor que han mostrado en la lucha política día a día, me demuestran su capacidad de responder por las futuras generaciones. Esos muchachos y muchachas que apenas comienzan a vivir en un país donde solo han conocido, en sus escasos 20 años, a un solo presidente y el segundo que conocen les ha dejado reservas morales negativas para sus ideales, para sus metas, planes y programa de vida.
En ese sentido, creo que al lado de la juventud de la circunscripción numero tres, representada por los jóvenes de la parroquias Francisco eugenio Bustamante, Antonio Borjas Romero y San Isidro, esta el triunfo del 8-D, para hacer practica y real nuestra propuesta de campaña como es la de comenzar las discusiones para la creación del nuevo municipio Maracaibo Oeste como eje central para el desarrollo de las ocho parroquias que integran esta pujante zona de nuestra querida Maracaibo. Para lograr este propósito, he dedicado especial atención a este tema, pero hay que reconocer que ese esfuerzo se ha diluido en una pluralidad de acciones y programas poco eficaces.
Al respecto, propongo convertir la juventud de las ocho parroquias de la zona de Maracaibo Oeste en protagonistas de su futuro, por ello, es importante delegar en ellos responsabilidades, formación, orientación política y sobre todo, alimentarles la consciencia, la esperanza de futuro y sobre todo garantizarles su calidad de vida en estas deprimidas parroquias. Los jóvenes tienen la palabra.