Nuevamente el presidente Nicolás Maduro ha insistido, directamente y a través del Canciller de la República, en la paz. El avance en el camino del acuerdo necesario se hace sin dejar de señalar las dificultades que sufre nuestro pueblo, sin ocultar los efectos del bloqueo económico y la urgencia de superar las propias deficiencias.
El gobierno de Venezuela habla sin descanso del diálogo. Es urgente que con los nuevos mediadores, con la atención del mundo sobre el tema Venezuela logremos la confianza para el acuerdo.
Ninguna propuesta está fuera de la mesa, Incluso el propio presidente, consciente de la necesidad para avanzar en la gobernabilidad, en el trabajo para generar mejores condiciones de vida a los ciudadanos del país, retó al presidente de la Asamblea Nacional, para que convocar una elección.
Insisten sin embargo, sectores de la oposición jugando a los errores a los que lleva la rabia y el odio irracional que al final nos amenaza y nos pone en riesgo a todos.
El canciller Arreaza, recibió a los integrantes del grupo de contacto europeo y de Uruguay. Conversó con el comisionado de Estados Unidos, Elliot Abrams, declaró desde la ONU y de nuevo insistió con el Secretario General de la organización, António Guterres, en la paz, en el diálogo y el acuerdo. Los líderes de la oposición, los conscientes, deben tomar en serio estos eventos y estas declaraciones.
“Para la guerra nada” se ha convertido en una consigna que debe ser para todos los venezolanos. El diálogo está abierto, amplio y sincero para encontrar salidas que nos eviten la destrucción, para que no vayamos luego a buscar acuerdos sobre dolores insondables.
Es momento para la racionalidad, defendiendo en la mesa las condiciones para que la solución a las diferencias las ponga el pueblo de Venezuela por vías distintas a la guerra. El respeto aún en las divergencias, es necesario, es imposible desaparecer al adversario político, estamos obligados a convivir inclusive con quienes tienen visiones antagónicas. La insistencia es por la vida.
FRANCISCO J. ARIAS CÁRDENAS