Por: Soc. Enrique Parra
La oposición actúa con abyección desde su estrategia político-electoral, sus indeseables jugarretas políticas envilecen cada vez más su activismo político, lo cual en la praxis los perfila como fascista. Sus estrategias están determinadas por una deficiente interpretación, de la actual realidad sociopolítica latinoamericana y el acatamiento al caletre de las orientaciones transnacionales.
Es evidente, se transparenta que la oposición en Venezuela no agota su pujo político, para asestar un golpe fascista al Estado Democrático. No están dispuestos a recorrer el sinuoso camino pacífico de la política, para alcanzar el Poder democráticamente; apelan al expediente oprobioso de la violencia: el golpe de Estado del 2002 continuado, la arrechera del infausto capriles, la “salida” sangrienta de lópez y machado, alianzas apátridas con trotaconventos inicuos de cenáculos internacionales, alta inflación inducida a través del estafador dólar “today”, el acaparamiento, la especulación, el contrabando, el bachaquerismo, la promoción delincuencial, el sicariato importado; en fin, sufrimiento indiscriminado para el pueblo, en razón del afán de poder de la mud, para vender otra vez, la Patria.
Ahora, a propósito de la coyuntura electoral del 6-D, Los pasos electorales de la oposición, facturan la acostumbrada acción política con la que reaccionaran frente a la derrota electoral, intentaran desmedidamente desvirtuar la Victoria Popular, de los candidatos de la Revolución Bolivariana; para lo cual elaboran tácticas engañosas para embaucar, otra vez, a sus timados copartidarios y a la “inadvertida” comunidad internacional. Las tácticas engañosas que arman son: descalificar al árbitro electoral con infundios, resistencia de manera terca a admitir preelectoralmente los resultados surgidos de la urnas electorales, anuncio profuso de encuestas donde resultan ganadores sin demostrar el rigor científico, gritar mediáticamente que de ser derrotados seria un fraude “monumental”; es decir, fabrican premeditamente el argumento necesario para justificar ante sus amos, la nueva derrota al hilo; así como también, para el desconocimiento violento de la fuerza popular victoriosa, en la agonística electoral por la Asamblea Nacional.
Maracaibo, 11/10/15