Por: Soc. Enrique Parra
La guerra económica que agentes contrarrevolucionarios extrínsecos e intrínsecos despliegan contra el Pueblo venezolano, tiene su expresión fáctica en las consecuencias que táctica e indeseablemente genera: desabastecimiento, acaparamiento, escases, especulación, inflación, contrabando, bachaqueo, boicot, corrupción, delincuencia organizada, etc. Esta guerra, o más bien, rebelión de los empresarios contempla como objetivo estratégico derrocar la Revolución Bolivariana.
Esta arremetida oligárquica ha colocado al Gobierno Bolivariano, en una complicada coyuntura económica y financiera – como nunca antes la derecha lo había logrado – sin embargo, desde la inclusión social que inequívocamente el gobierno, a pesar de la crisis, profundiza; así como, el inagotable sentimiento de lealtad por el Líder Supremo de la Revolución Hugo Chávez, en lo social y lo político el proceso revolucionario mantiene la conexión político-organizativa con las mayorías populares, que es el factor esencial de la égida de la Revolución Bolivariana.
No obstante, estoy convencido que resulta necesario que el Gobierno encabezado por el Presidente Constitucional Nicolás Maduro, de la mano con el Psuv, las organizaciones políticas aliadas y el poder popular organizado avancemos con firmeza, sin devaneos capitalistas hacia la construcción consciente del Socialismo. En la actual complejidad coyuntural, necesario es asumir contagiando al Gobierno Revolucionario todo, una definida e incontrastable Voluntad de Gobierno que conlleve a relanzar la ofensiva económica desde acciones, medidas y planes que orienten con fuerza, certeza y convincentemente a los ejecutores gubernamentales y al Pueblo organizado, para enfrentar y derrotar a las fuerzas contrarrevolucionarias en sus pretensiones de arrebatar el poder; al mismo tiempo que, retomar a sectores populares hoy secuestrados por la crítica vorágine. Además tal despunte, impulsaría la fuerza transformadora hacia la profundización, radicalización y aceleración del activismo político en la instauración del Socialismo, en la Venezuela de Bolívar y Chávez. Lo otro seria, inexorablemente sucumbir ante la alternativa apátrida.
Maracaibo, 19/07/2015