Por: Joaquín Chaparro
La necesidad del poder y querer tener mas poder, expresa debilidad en los lideres, esa actitud carece de sustento ideológico y constituye una tendencia autocrática. Esta situación, posee semejanzas con el contexto político venezolano, donde se quiere aprobar una ley habilitante violando el estamento democrático, desconociendo los principios constitucionales y allanando la inmunidad parlamentaria a Diputados electos por el pueblo.
Esa realidad, me hace recordar las películas importadas del Imperio que observe por la TV durante mi adolescencia vivida entre los años 1970 y 1975, las cuales tuvieron una extraordinaria sintonía, nunca me perdía una excelente parodia titulada el Súper agente 86 protagonizada por Donald Adams, que representaba el personaje espía Maxwell Smart en contraste a James Bond (Agente 007), su compañera espía, que fue su esposa Bárbara Feldon, atractiva y linda agente cuyo nombre nunca se manifestó pero fue conocida como la Agente 99, ambos soplones trabajaban para la Agencia Secreta CONTROL, y luchaban contra la organización KAOS que era la contraparte internacional del mal. Esa época coincidía con la guerra fría, la del cambio va, la mejor riqueza del Zulia son los zulianos, la serie ganó varios Globos de Oro y muchos premios Emmy e incluso fue nominada para una veintena de premios cinematográficos.
El incompetente y torpe Smart siempre se presentaba en todas las misiones que le encomendaba la Agencia Detectivesca Control, pero por fortuna, con la ayuda de su zapatofono y de la Agente 99, las operaciones siempre salían adelante. La organización Kaos, igual o peor de incapaz, con sus protagonistas Mr. Big, enano siniestro alias Diosdado, jefe de la pandilla y planificador del órgano, Siegfried, el grandulón alias Nicolás, el vicepresidente de Kaos, King Moody con su ayudante y pervertido con doble personalidad de niño y sádico con el remoquete de Jaua, Leonard conocido como la garra, con el sobrenombre de Rafael, personajes, conocidos como los cuatros Fantásticos, entre otros perversos protagonistas.
Esta archicomedia, tiene un gran parecido con la triste realidad que estamos viviendo los venezolanos. No tenemos una Agente 99, sino un Diputado 99 buscado por la Asamblea Nacional para poder aprobar los poderes especiales al Presidente, ese Diputado 99, según dicen, está identificado en el floreciente estado oriental, su familia ya no está en su estado natal, él esta resguardado. Dentro de pocos días estará alzando la mano para aprobar la habilitante. Ese funesto personaje, se parece a los actores del relato que hace Dante Alighieri (1265-1321), en la fastuosa obra inmortal “La Divina Comedia”, porque cometerá el máximo pecado que se pueda cometer y amerita la peor de las condenas. En la obra, el autor mezcla la vida real con la sobrenatural, muestra la lucha entre la nada y la inmortalidad, donde se superponen tres mundos: El Infierno, el Purgatorio y el Paraíso que reflejan los tres modos de ser de la humanidad, es decir, el vicio, el pasaje del vicio a la virtud y la condición de los hombres perfectos.
Según Dante, filósofo y pensador político italiano de la antigüedad, es a través de los viciosos, los pertinentes y los hombres buenos como se revela la vida en todas sus formas, sus miserias y hazañas, pero también muestra la vida que no es, o sea la muerte, que para este literato, tiene su propia vida. Esta mezcla agraciada, desarrollada por Dante tiene un significado con la realidad política venezolana. Ese Diputado 99, votará contra sus parientes, contra la patria, contra los huéspedes, contra la familia, los amigos y la sociedad civil en general; lo peor es que votara contra sus bienhechores y sus perversos aliados coyunturales. Como lo señala Dante en la novela, en ese círculo, el más profundo de la comedia encontrara a Judas Iscariote, a Bruto, a Casio y él será el cuarto traidor. Por tanto, estimados lectores, en esta oportunidad tenemos muchos Smart, Mr. Big, Siegfried, Moody y Leonards como la garra del recién detenido alcalde de un estado Central, hoy entre rejas, detenido por el Sebin.
Por otra parte, Venezuela se encuentra sumida en un KAOS como la Agencia espía del mal, donde tenemos la más alta inflación del mundo, el Índice de escasez de los productos básicos supera el 20%, lo cual se traduce en hambre y miseria. La criminalidad desbordada con un Plan Patria Segura cuyo resultado ha sido aumentar el índice delictivo en el país (por no traer a colación las narcomaletas de Air-Francia, los verdes deportistas en Bulgaria 407.000,oo euros) entre otros, las reserva monetarias nunca habían estado tan bajas con un barril a mas de 100 $, protestas, paros, huelgas, el control cambiario (CADIVI), con tres tipos de cambio y la diferencia entre ellas abismal, tenemos el riesgo país más alto del mundo, mas de 100.000 empresas destruidas, confiscadas, expropiadas, PDVSA en quiebra, solo produciendo 2,8 millones de barriles diarios con 145.000 empleados, mientras que durante los gobiernos democráticos (1958-1998) con solo 40.000 trabajadores se producían mas de 3.300.000 barriles diarios, de esos 2.8 MM de barriles solo se cobran 1,75 MM de barriles porque el resto se diluyen en los pagos a China y en los regalos a Cuba, Nicaragua, Argentina, Ecuador, entre otros países chulos. Por todo eso, hace falta una agencia CONTROL para enfrentar al fenómeno KAOS y liberar el resto de los poderes públicos.
En realidad, la parodia venezolana es la misma. En nuestra cultura política cabe de todo, como en la Viña del señor, incluso tendremos que invocar también, al personaje epónimo llamado el “Llanero Solitario” un ranger de Texas, enmascarado del viejo oeste de los EE.UU, interpretado por Paul Halliwell quien galopa para enmendar injusticias con la ayuda de su astuto y lacónico secuaz, el nativo llamado Toro, este dúo cabalgaba hacia el sol poniente al grito de: “Hi-yo, Silver”. Será que debemos contar con un llanero solitario venezolano.&