Más de 100.000 evangelizadores de la Iglesia cristiana Maranatha de todo el país se incorporaron al Movimiento por la Paz y la Vida con el fin de apoyar en el plan de desarme de la población.
Este jueves se desarrolló en Valencia, estado Carabobo, un conversatorio entre las autoridades del Movimiento Por la Paz y la Vida y representantes y evangelizadores de esta Iglesia, en el que se intercambiaron ideas para contribuir con el combate a la delincuencia y la siembra de valores en la población.
La viceministra del Sistema Integrado de Investigación Penal y subsecretaria del Movimiento por la Paz y por la Vida, María Wandolay Martínez, resaltó el papel fundamental que desempeñarán estos hombres y mujeres cristianos en alcanzar los objetivos, tomando en cuenta el trabajo espiritual que vienen desarrollando en el seno de las comunidades.
«Con este grupo del Evangelio Cambia uniremos esfuerzos para aprovechar e insertarnos en esas actividades que ellos realizan y poder llegar de manera más sencilla a esta comunidades», dijo.
Agregó: «Este esfuerzo es para contribuir al desarme voluntario, es decir, que la gente por iniciativa propia, una vez que recibe el menaje que estos le llevan, sean ellos quienes reflexionen y entreguen sus armas para su destrucción».
Recordó que recientemente en la Siderúrgica de Barquisimeto se inutilizaron 17.000 armas de fuego, tras lo cual la cifra se eleva a 355.000 armas decomisadas por las autoridades desde el año 2003. A esa cifra se suman las entregadas de manera voluntaria.
Por su parte, el pastor Javier Bertucci calificó de histórico este acercamiento entre la Iglesia cristiana y el Gobierno nacional.
«Esta es la suma de esfuerzos, nuestro norte y nuestra visión es la paz y la vida, el cambio mediante la siembra de valores en los corazones de las personas, la recuperación de aquellos que quieran cambiar», manifestó.
Dijo que bajo la consigna «Entrega tu arma y salva tu alma», los evangelizadores del Ejército Blanco de Evangelización de Maranatha se desplegarán en todo el país para colaborar con las autoridades nacionales en el desarme voluntario.
«Buscaremos iniciativas para sacar de circulación armas que puedan ser usadas para delinquir, pero más aun llegar al corazón de aquellos que las tienen y recuperar a esos muchachos. Esto no es política, esto es vida, es paz, es para el país, es el momento de hacer alianzas», enfatizó.
Vía AVN