El Presidente de la República de Colombia autorizó este domingo al Ministerio de Defensa para que inicie los contactos y preparativos con miras a lograr la liberación de los dos policías que las Farc mantienen secuestrados desde el 25 de enero, así como la del soldado que plagiaron el martes.
«El Ministerio de Defensa ya tiene instrucciones para coordinar con el CICR la liberación de los policías«, escribió este domingo el presidente de la República, Juan Manuel Santos, en su cuenta de Twitter.
El mandatario no se refirió a la organización Colombianos y Colombianas por la Paz, cuya «intermediación» pidieron las Farc en su comunicado del día sábado, cuando ese grupo oficializó que tenía en su poder a los tresuniformados y su voluntad de dejarlos en libertad. (La promesa de las Farc de liberar a los uniformados secuestrados).
No obstante, EL TIEMPO supo que Colombianos y Colombianas por la Paz sí hará parte del proceso y que este lunes o martes serán citados a una reunión en la que también tomará parte el CICR. (Lea: ‘Ojalá que las Farc cumplan’, padre de patrullero secuestrado).
Tal reunión estará presidida por el viceministro de Defensa, Jorge Enrique Bedoya, quien será la persona encargada de coordinar los contactos con el CICR y manejar todo el proceso para que estos tres uniformados vuelvan sanos y salvos a sus hogares.
Cabe recordar que el viceministro Bedoya fue la persona a cargo de coordinar las liberaciones de militares y policías en poder de la guerrilla que se llevaron a cabo el año pasado.
María Cristina Rivera, vocera del CICR, reiteró la plena disposición del organismo internacional. «El Comité Internacional de la Cruz Roja se declara neutral para que se concrete la operación«, subrayó.
En cuanto a Colombianos y Colombianas por la Paz, el periodista Carlos Lozano, uno de sus miembros, también reiteró la plena disposición de esta organización civil y sugirió la participación de Brasil en el operativo de liberación, tal y como ha ocurrido en otras operaciones similares.
Sin embargo, EL TIEMPO estableció en la noche de este domingo que los preparativos que se adelantan no contemplan la intervención de un tercer país y que, en principio, tampoco se planea usar aeronaves.
Lo que sí habrá es un cese de operaciones militares durante 36 horas en una zona entre Cauca y Nariño.
Reacciones
El día sábado, las Farc confirmaron que tienen en su poder a los agentes de la Policía Nacional Cristian Camilo Yate Sánchez y Víctor Alfonso González Ramírez, quienes -según los subversivos- «se encontraban en labores de inteligencia encaminadas a golpear nuestras unidades».
En el mismo texto, la guerrilla reveló que también había privado de la libertad al soldado raso Josué Álvarez, tras los combates sostenidos con el Ejército el martes 29 de enero en Policarpa (Nariño).
La noticia de su pronta liberación causó este domingo toda suerte de reacciones.
«Valoro como un gesto positivo que las Farc respondan rápidamente y quieran liberar a estas personas. Eso subsana el momento de roces que hubo en los días pasados, en relación con el proceso de La Habana», opinó el congresista Iván Cepeda, del Polo Democrático, miembro de Colombianos por la Paz.
En contraste, para la columnista Salud Hernández-Mora «es una maniobra encaminada a conseguir que sus cabecillas sean considerados presos políticos; y los uniformados secuestrados, prisioneros de guerra». A su juicio, las Farc están buscando el «estatus de beligerancia» mediante «la politización del secuestro».
Con ella coincidió el analista Alfredo Rangel, quien estimó «contradictorio» que mientras las Farc, «presionadas por la opinión pública han reculado», mantengan «su propósito de seguir secuestrando a policías y militares con el fin de presionar un intercambio humanitario».
«Ni el Gobierno ni la opinión pública deberían fiarse de este gesto, porque seguirán insistiendo en el cese bilateral del fuego y el intercambio humanitario», agregó.
El ministro del Interior, Fernando Carrillo, sentenció en su cuenta de Twitter: «Cada secuestro por las Farc les aumenta la cuenta frente a la justicia local, regional e internacional».
Por su parte, el expresidente Ernesto Samper afirmó que es necesario aprender a ser pacientes con este tipo de dificultades. «Mientras esté planteada una negociación en medio del conflicto y no haya acuerdos de humanización como los que he propuesto, este tipo de desencuentros se van a seguir presentando», adelantó.
Entre tanto, los familiares del agente Cristian Yate arribaron ayer a Palmira (Valle), cerca de Pradera y Florida, municipios en cuyas inmediaciones se produjo el secuestro de los dos policías, para iniciar una cadena de oración. «Nunca hemos estado de acuerdo con una liberación forzosa (rescate), queremos que sea por medio de la Cruz Roja y Colombianos y Colombianas por la Paz», dijo Martha Hernández, tía del uniformado.
Farc podrían tener a más uniformados
Aunque no se conocen cifras oficiales de cuántos uniformados podrían tener las Farc en su poder, organizaciones de familiares de víctimas del secuestro tienen sus cuentas.
Según la fundación Por los que Faltan, la guerrilla mantiene retenidos a 199 uniformados.
Por su parte, la Asociación Nacional de Secuestrados y Desaparecidos, en cabeza de Rafael Mora, asegura que hasta la fecha la guerrilla mantiene retenidos a 20 soldados y policías. Uno de esos casos sería el del sargento regular del Ejército William Gómez Cabrera, raptado el 14 de febrero del 2004 en Teteyé (Putumayo) por el frente 49 de las Farc.
Aunque el Mindefensa no confirma una cifra oficial de uniformados raptados, sí lleva el registro de 117 soldados y policías desaparecidos entre 1998 y el 2003.
Perfil
Le faltan tres meses para terminar su servicio
Josué Álvarez Meneses, soldado campesino de 19 años de edad, es uno de los uniformados que la guerrilla prometió liberar junto con los agentes de policía Cristian Yate Sánchez y Víctor Alfonso González. Al soldado le faltaban tan solo tres meses para terminar su servicio militar, pero el pasado 29 de enero fue secuestrado por las Farc en el municipio de Policarpa (Nariño).
Nació en la vereda Oso San Agustín, del corregimiento de Bolívar, ubicado a una hora de Samaniego (Nariño). Es soltero e hizo sus estudios de secundaria en el colegio agropecuario Simón Álvarez.
Sus padres, Alirio Álvarez y Martha Meneses, y sus hermanos viven en el corregimiento de Bolívar, donde se dedican a la agricultura.
Álvarez fue secuestrado en un combate entre el Ejército y el frente 29 de las Farc, en el norte de Nariño. En los hechos murieron cuatro de sus compañeros, y otros dos resultaron heridos.
Al soldado Álvarez los guerrilleros se lo habrían llevado, inicialmente, por aguas del río Patía, para luego internarlo por la selva de la Costa Pacífica, entre los municipios de Magüí y Roberto Payán.
No había noticias de un tercer secuestrado
Con el anuncio de las Farc de liberar a los dos policías, se confirmó la existencia de un tercer secuestrado del que no se tenía noticia. Fuentes del Ejército aseguraron que aunque se sabía de la desaparición de Josué Álvarez no se informó a la opinión pública, pues no había certeza acerca de si este soldado se encontraba extraviado o estaba secuestrado. En el comunicado sobre los combates en Policarpa (Nariño) -que dejaron 4 militares muertos y 2 heridos-, emitido el jueves, no se reportó a ningún desaparecido.
Vía ElTiempo.com