La policía en Turquía desalojó a los manifestantes del Parque Gezi, en el centro de Estambul, con una abrumadora demostración de fuerza, horas después de que el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, volviera a exigirles que terminaran su ocupación.
Los servicios de seguridad avanzaron con rapidez usando cañones de agua y gases lacrimógenos.
El corresponsal de la BBC en Estambul, James Reynolds, dice que la mayoría de manifestantes decidió irse para evitar ser heridos, aunque algunos se reagruparon en las calles aledañas.
Hubo trabajadores recorriendo el parque para desbaratar las carpas improvisadas de los manifestantes.
Después de la incursión, miles de personas salieron a las calles de la capital, Ankara, ondeando banderas turcas y cantando «renuncia dictador».
Lo que comenzó como una protesta ecológica en Estambul se ha convertido en una muestra de descontento antigubernamental en todo el país.
Vía BBCMundo