Clara y contundente se muestra Salud Hernández, periodista del diario español El Mundo y columnista del periódico colombiano El Tiempo, a los pocos días de recuperar su libertad. El cautiverio no melló su carácter, ni cambió su visión del conflicto neogranadino; al contrario, lo selló. No acepta argumentos esgrimidos desde la violencia. Ninguna idea acompañada con un fusil ganará espacio en su cabeza.
Nacida y formada en Madrid, desde hace casi dos décadas se ha dedicado a denunciar la realidad del país suramericano, desde una visión crítica y arriesgada, actitud que la llevó a estar en manos del Ejército de Liberación Nacional (ELN) por poco menos de una semana.
Juan Manuel Santos, Mariano Rajoy, la iglesia Católica y hasta el propio Rodrigo Londoño Echeverri, alías Timochenko, alzaron su voz para exigir la liberación de la comunicadora social, quien había acudido a la región del Catatumbo el pasado 18 de mayo con el propósito de realizar un trabajo sobre la erradicación de los cultivos de la cocaína y su impacto en la zona. El sector había sido recorrido por ella antes.
En este punto de la selva amazónica convergen diversos factores de alto riesgo. Las guerrillas del ELN y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) se enseñorean del territorio y el Estado apenas tiene presencia. Además actúan bandas criminales de origen paramilitar, narcotraficantes y un reducto del Frente Libardo Mora Toro, del Ejército Popular de Liberación (EPL), considerado por el Gobierno una banda dedicada a la elaboración y venta de drogas. En esta zona “el mando y control lo ejercen las Farc, el ELN y el EPL”, declaró a PANORAMA, poco después de recuperar su libertad.
Sin embargo, esto nunca ha significado un impedimento para la periodista, que califica su audacia como “imprudencia e idiotez”. Ésta no es ni la primera ni será la última vez que acudirá al sector para conocer la realidad silenciosa de los colombianos, la que no ocupa —generalmente— los titulares de las primeras páginas de los medios de comunicación social del país.
“Para meterse en zonas donde mandan los grupos armados hay que ser un poco imprudente, pero es que hay que informar de esa Colombia, de la que no se informa desde un escritorio en Bogotá”, dice a través del hilo telefónico, rodeada de familiares, quienes deben compartir el tiempo post cautiverio de Salud con las entrevistas y obligaciones de la periodista. Su plagio conllevó a la también captura del reportero del canal de noticias RCN, Diego d’ Pablos, y del cámara Carlos Melo, quienes acudieron a la zona para reseñar la desaparición de la española. Hoy se encuentran en libertad.
Pasados cinco días de su liberación, la propia Salud Hernández sigue sin entender el porqué de su fugaz cautiverio, califica como un “gravísimo error” la actuación del grupo guerrillero, el cual se encuentra en medio de una negociación con el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos para dar inicio a un proceso de paz, como el llevado a cabo con el grupo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, y que todavía no ha llegado a feliz término.
Hernández está absolutamente segura que los líderes del ELN conocían su identificación, sabían de quién se trataba cuando fue invitada a abordar la motocicleta que la sacó del sector desde donde abordaría sus temas de interés. Considera que la tropa, los jóvenes, no sabían quién era la nueva secuestrada, pero los superiores sí, no le queda la menor duda al respecto.
“Los muchachos no sabían, pero el mando sí sabía quién era. (Esto) fue un error producto de la soberbia de los que viven constantemente fuera del mundo y se creen que tienen absoluta potestad sobre la vida y la libertad de las personas“, de esta forma tan radical se muestra Hernández luego de haberse convertido ella en la noticia a reseñar, hecho que le incomoda sobremanera, ya que “nosotros no debemos estar nunca ahí (en los medios), además a mí me viene muy mal, porque yo viajo por todo el país y lo que necesito es anonimato y no precisamente tanto escándalo”.
La mujer, de 59 años, es una crítica de los grupos armados que desde hace décadas se manejan al margen de la ley, indiferentes al daño que han hecho en este tiempo. En este sentido, cuestiona desde su palestra el proceso de paz liderado por el presidente Santos con los grupos guerrilleros que hacen vida en el país. No convalida que la impunidad sea un elemento que esté puesto sobre el tapete de la negociación. Para ella la paz no pasa por la falta de castigo, por ello percibe la solicitud de Timochenko sobre su liberación como una burla.
Desde La Habana, Cuba, país donde se encuentran asentados los negociadores desde hace cuatro años, el principal líder de las Farc dijo, vía tuiter: “Hoy es Salud Hernández. Mañana cualquier colombiano. Esas prácticas deben terminar para siempre en Colombia. La paz impone su libertad”.
Ante esta petición, la periodista solo mostró repudio. “Lo de Timochenko me parece de un cinismo insultante”. En este sentido, volvió a mostrar su pesar por un futuro de paz en Colombia. Estima que no podrá conocerla, quizás “las generaciones más jóvenes, pero falta mucho para llegar a ese punto. La paz sigue siendo una utopía”, reflexiona la comunicadora, corresponsal de El Mundo.
Tras su liberación solo ha mostrado gratitud hacia la iglesia Católica, institución asentada con gran aceptación en la zona norte de Colombia y que “fue el artífice de que nos liberaran tan pronto”. No hay palabras de agradecimiento para el Gobierno de Santos; al contrario, se muestra suspicaz por el manejo de su cautiverio durante las primeras horas de lo ocurrido. Tras varias declaraciones de las principales autoridades de Colombia la palabra secuestro no se había mostrado abiertamente. Se habló de desaparición por un tiempo prudencial.
En un trabajo publicado el día de ayer para el medio español asegura que regresará al Catatumbo. El último reproche realizado al “comandante José Luis”, responsable de su secuestro giró en torno al plagio de periodistas. “Es un error que secuestren reporteros. Así nunca cubriremos lo que pasa en estas zonas apartadas… Necesitamos garantías de que no volverán a secuestrar reporteros… Necesitamos venir a estas regiones a informar sobre los problemas que existen, no sólo grupos armados”.
El líder guerrillero solo respondió lo conveniente que sería en esos casos pedir permiso. Ante lo cual se encontró nuevamente con la misma Salud Hernández, que no le ha importado reprocharle al mismo presidente las torpezas —que según ella— ha incurrido en este proceso de paz. “A ustedes no hay quién los localice desde Bogotá”, le dijo, para poner entre ellos una espesa selva, que guardará las reales intenciones de este “error” del ELN y dará líneas para continuar denunciando los atropellos sin fin.
Vía Panorama / www.diariorepublica.com