A las 2:00 de la madrugada (hora local), la agencia noticiosa estatal Anadolu de Turquía reportó que 17 agentes murieron en un ataque con helicóptero contra el cuartel de las fuerzas especiales de la policía en las afueras de Ankara.
Fuertes explosiones fueron escuchadas horas antes en la capital turca después de que el ejército dijo que había tomado pleno control del país. Sin embargo, diversos funcionarios, entre ellos el presidente Recep Tayyip Erdogan, intentaban restar importancia a las versiones de prensa de que las fuerzas militares controlaban la nación.
Erdogan exhortó a la ciudadanía a que saliera a las calles en una muestra de apoyo al gobierno, y afirmó que fracasará el intento de golpe.
Una fuente gubernamental dijo que cazas F-16, leales al gobierno del presidente islamo conservador, abatieron en un sitio no precisado al helicóptero que transportaba militares golpistas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó este viernes a todas las partes en Turquía a apoyar al gobierno “democráticamente electo” del presidente Recep Tayyip Erdogan.
Obama instó también -tras una conversación telefónica con su secretario de Estado, John Kerry- a «dar muestras de contención y evitar violencia y derramamiento de sangre».
Fuertes explosiones se escucharon en Ankara, la capital de Turquía, y la cadena CNN en turco informó que una explosión se registró en el edificio de una televisora estatal.
La agencia noticiosa estatal turca dijo que helicópteros militares también atacaron la instalación central satelital TURKSAT en las afueras de Ankara y el cuartel de la policía en Ankara.
Decenas de tanques fueron vistos cuando se desplazaban hacia un palacio que es utilizado ahora por el primer ministro y los viceprimeros ministros. Un vehículo civil intentó detener a uno de los tanques, pero fue arrollado. Los ocupantes del vehículo lograron escapar.
Una fuente de alto rango de la Unión Europea (UE) que sigue la situación dijo: «Este parece ser un golpe relativamente bien orquestado por un conjunto significativo de militares, no sólo unos cuantos coroneles. Tienen el control de los aeropuertos y se espera que tomen el control del canal de televisión de forma inminente. Ellos controlan varios puntos estratégicos en Estambul».
El Departamento de Estado norteamericano pidió a los estadounidenses en Turquía que se refugien en sus casas. Otros países emitieron advertencias similares. Turquía, un miembro de la OTAN con la segunda mayor fuerza militar de la alianza occidental, es uno de los aliados más importantes de Estados Unidos en la lucha contra el grupo insurgente Estado Islámico.
El país da un importante respaldo a los opositores del presidente sirio Bashar al-Assad en la guerra civil que enfrenta Siria y ha albergado a unos dos millones de refugiados sirios. Turquía ha estado en guerra con los separatistas kurdos y ha sufrido numerosos ataques con bombas y disparos este año, incluyendo un atentado hace dos semanas perpetrado por islamistas en el principal aeropuerto de Estambul que dejó más de 40 muertos.
Después de servir como primer ministro desde el 2003, Erdogan fue elegido presidente en el 2014, con planes de reforma de la Constitución para dar a la presidencia mayores poderes ejecutivos. Su partido AK, con raíces en el islamismo, ha tenido una relación tensa con los militares y nacionalistas en un Estado que fue fundado sobre principios laicos después de la Primera Guerra Mundial, y que tiene una historia de golpes militares.
El primer ministro Yildirim dijo que un grupo militar de Turquía se había alzado contra el Gobierno y que las fuerzas de seguridad fueron llamadas a «hacer lo que sea necesario». «Algunas personas emprendieron ilegalmente una acción ilegal fuera de la cadena de comando», dijo Yildirim en declaraciones televisadas por el canal privado NTV. «El Gobierno electo por el pueblo sigue a cargo. El Gobierno sólo se irá cuando el pueblo lo diga».
Vía Panorama/www.diariorepublica.com