Después de un mes de cautiverio en las profundidades de una enorme y compleja gruta, y de haber sufrido un grave riesgo durante tantos días expuestos ante las inclemencias de la naturaleza, los 12 niños futbolistas y su entrenador, salieron del hospital en el que les estaban practicando una serie de exámenes médicos necesarios para diagnosticar su estado de salud.
Estos trece jóvenes se habían perdido después de un entrenamiento, cuando decidieron ir a explorar las profundidades de una cueva en el norte del Tailandia, denominada Tham Luang, en donde las condiciones estructurales y las lluvias monzónicas, entre otros factores climáticos les impidieron la salida por sus propios medios.
Ante la delicada situación, las autoridades y cuerpos especiales de rescate lograron dar con su ubicación, y tardaron varios días en determinar y efectuar el operativo de rescate, que fue muy riesgoso debido a que hubo que realizarlo mediante buceo, con la ayuda de buzos expertos y unos equipos necesarios para llevar a cabo el rescate por etapas.
Después de los diagnósticos médicos, han sido dados de alta y han hecho su primera aparición pública desde que ocurrió el suceso, a través de una rueda de prensa organizada, antes de regresar a sus hogares en compañía de sus familias en la tarde del miércoles.
Agencias