El número de muertos palestinos alcanzaba a los 258, este viernes de mañana, en el undécimo día de la ofensiva israelí contra la Franja de Gaza con el objetivo de hacer cesar los disparos de cohetes desde el enclave.
Entre las seis últimas víctimas mortales cuatro pertenecían a una misma familia de Jan Yunes, al sur de Gaza. Otras dos personas murieron en Beit Hanun, en el norte, según el portavoz de los servicios de auxilio palestinos, Ashraf al Qudra.
Antes en la madrugada, otras siete personas murieron, entre ellas un bebé de sólo cinco meses.
Además se informó de un soldado israelí muerto, que sería el primero, puesto que el otro fallecido, el martes, era un civil.
Los obuses disparados desde los tanques caían y estallaban ensordecedoramente a primeras horas del viernes en la Franja de Gaza, a menudo con diferencia de segundos unos de otros, tras la invasión por tierra de miles de soldados israelíes con la que Israel arreciaba una ofensiva que emprendió hace 10 días con intensos bombardeos aéreos en un intento por destruir la capacidad de Hamas para lanzar cohetes y los túneles que utiliza para infiltrarse en el país.
Luces de bengala iluminaron el cielo de la noche antes del amanecer y el sonido de las sirenas de las ambulancias se mezclaba con el llamado a oraciones musulmanas que salía de altavoces instalados en una mezquita al tiempo que columnas de humo se elevaban hacia las alturas desde los lugares donde caían obuses y misiles.
«Cae un obús de tanque cada minuto», dijo un funcionario en la sala de operaciones de seguridad en Gaza. Afirmó que todas las zonas fronterizas de la franja que dan al mar eran blanco de obuses y que los combatientes de Hamas intercambiaban fuego con las fuerzas israelíes cerca de un poblado en el norte de Gaza.
«También hay fuego proveniente del mar contra puestos de control de la policía», apuntó.
Israel lanzó el jueves en la noche la ofensiva ante su creciente exasperación debido al lanzamiento incesante de cohetes desde Gaza contra ciudades israelíes, en especial después de que Hamas rechazara a principios de semana un plan para un cese el fuego mediado por Egipto.
Los combatientes palestinos han disparado más de 1.500 cohetes contra las ciudades israelíes desde el inicio del conflicto.
Sin embargo, esta ofensiva terrestre podría acarrear problemas militares y políticos a Israel, en especial si aumenta la muerte de civiles palestinos.
Debido a los ataques aéreos, más de 240 palestinos han fallecido, entre estos 14 menores a los 12 años en los últimos dos días, según autoridades palestinas de Salud. Un israelí también perdió la vida.
Israel acusa a Hamas de disparar desde el interior de vecindarios poblados y de utilizar a civiles como «escudos humanos».
Hamas ha hecho pronunciamientos en un tono desafiante. Un portavoz, Fawzi Barhoum, dijo que Israel «pagará caro» esta ofensiva.
«Hamas está listo para la confrontación», agregó.
Israel comenzó su operación militar el jueves a las 10:00 de la noche, con un ataque que el mando militar dijo sería una ofensiva sin límite de tiempo que se llevará a cabo en diversos frentes.
«Nuestras considerables fuerzas terrestres con gran apoyo aéreo, fuerzas navales y espionaje, atacan objetivos en Gaza, efectúan acciones contra los túneles, así como contra activistas del terror e infraestructura», señaló el portavoz en jefe del ejército, general brigadier Motti Almoz.
El portavoz militar solicitó a los habitantes de Gaza que desalojen las zonas donde las fuerzas israelíes efectúan sus operaciones y advirtió que «éstas lo hacen con firmeza».
Vía Panorama/www.diariorepublica.com