En la ciudad de Phoenix, en Arizona, un hombre dejó a los mesoneros 11.000 dólares de propina.
Luego de una cálida cena en pareja -y dejando primeramente 1.000 dólares a los trabajadores- el hombre continuó la velada en el establecimiento pero esta vez pidiendo unas copas de licor.
Horas después, al terminar el encuentro y consumir varios tragos de más, el hombre “regaló” nuevamente la propina a los camareros pero esta vez por 10.000 dólares.
Vía N24 / www.diariorepublica.com