El consejero asistente de seguridad nacional Antony Blinken señaló que los fracasados esfuerzos de los aliados latinoamericanos por reformar el gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, han hecho que el presidente estadounidense, Barack Obama, cambie su postura respecto a nuevas sanciones.
«No nos opondríamos a seguir adelante con sanciones adicionales», declaró Blinken.
Blinken respondía a las preguntas del Comité de Relaciones Exteriores del Senado durante la audiencia en la que se considera su nominación para convertirse en vicesecretario de Estado.
Según recuerda el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Thomas Sparrow, el gobierno de Estados Unidos impuso en julio sanciones específicas a funcionarios venezolanos, a quienes les restringió su visado por su supuesta participación en la represión de las protestas antigubernamentales a principios de este año.
Los legisladores dijeron que no hubo apoyo de parte de la Casa Blanca para una ley de sanciones contra el gobierno de Maduro más allá de estas restricciones de viajes.
Durante la audiencia del miércoles, el senador demócrata Robert Menéndez denunció que «el gobierno venezolano utiliza el ejército para reprimir al pueblo».
Blinken estuvo de acuerdo con las críticas y confirmó que hay respaldo ejecutivo para posibles sanciones del Congreso contra funcionarios de Venezuela.
Reacciones en Venezuela
«Una parte de la oposición en Venezuela celebra las sanciones en contra de funcionarios venezolanos, pues coinciden con EE.UU. en que se trata de un gobierno autoritario que, aseguran, no respeta los derechos humanos», añade el corresponsal de BBC Mundo en Venezuela, Daniel Pardo.
«Pero hay una parte de la oposición que las rechaza, porque, más que perjudicarlo, las sanciones pueden fortalecer al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, ya que le darán un enemigo común que unifique al chavismo y les permita culpar de los males que aquejan al país», dice Pardo.
«Los mensajes sobre Venezuela que vienen del exterior han probado no ser muy eficientes acá: por ejemplo, el reciente dictamen de la ONU que recomendó liberar al líder opositor Leopoldo López no sólo fue desestimado por el gobierno, sino que se mostró como una prueba de que factores internacionales quieren intervenir en el país petrolero.
«Las recientes sanciones en contra de algunos funcionarios venezolanos generaron comentarios en su momento, pero el debate pasó rápidamente a la agitada agenda local, que incluye una economía en crisis y un nuevo año electoral en 2015.
«Aquellas sanciones se dieron justo después de que un general venezolano, Hugo Carvajal, fuera arrestado en Aruba por solicitud de EE.UU., quien lo acusa de narcotráfico.
«Como Carvajal, hay varios funcionarios chavistas que están en la mira de EE.UU. por supuestos vínculos con el narcotráfico»
Vía BBC/www.diariorepublica.com