China es la segunda mayor economía del mundo, una superpotencia emergente, y se encuentra a punto de un cambio en el liderazgo que se produce una vez cada diez años. Pero el hombre que se espera que asuma la jefatura del Partido Comunista ha desaparecido, y no se sabe por qué.
¿Está Xi Jinping enfermo? ¿Ha sufrido un ataque al corazón? ¿Se lastimó la espalda jugando al fútbol o nadando? ¿Está extremadamente ocupado preparándose para el día, probablemente el mes próximo, cuando tome el relevo de Hu Jintao como jefe del Partido Comunista de China? O ¿estamos ante una lucha más siniestra por el poder?
Todas estas explicaciones han sido sugeridas en las redes sociales de China.
Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta porque el gobierno chino no está diciendo nada al respecto.
Visitas canceladas
Los líderes chinos a menudo mantienen un perfil bajo. Sus movimientos son raramente anunciados de antemano, y pueden que no sean vistos durante días.
Pero en este caso, Xi, vicepresidente de China y quien se espera sustituya a Hu Jintao, quien tiene 59 años, ha estado cancelando reuniones con líderes extranjeros que estaban de visita. Algo inusual: los líderes chinos suelen ser muy rigurosos con el protocolo.
Fue visto por última vez el 1 de septiembre. El miércoles pasado canceló una reunión con Hillary Clinton en el último minuto. Funcionarios estadounidenses dijeron que creían que la razón era un problema de espalda.
Al día siguiente, fuentes de Dinamarca informaron de otra cancelación, esta vez durante la visita del primer ministro danés Helle Thorning-Schmidt, con quien estaba previsto una reunión el lunes.
No hubo una explicación oficial. Pero la oficina de Xi también anuló un encuentro con el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong.
Según la agencia de noticias Reuters "una fuente cercana a la dirigencia de Pekín", dijo que "Xi se lesionó la espalda cuando iba a nadar como todos los días… la fuente se negó a dar más detalles sobre la lesión, incluyendo cuando y donde ocurrió exactamente el incidente".
Una segunda fuente, que citó a personas cercanas a Xi, dijo a Reuters "se encuentra mal, pero no es un gran problema". "No hay nada que añadir", afirmó.
Aumenta la incertidumbre
Pero teniendo en cuenta el nuevo estatus de China, su nuevo peso como potencia económica y política, esa incertidumbre podría convertirse en un problema. Si Xi está a punto de asumir el control como líder de China durante los próximos 10 años, su salud es un tema que no sólo importa al Partido Comunista de China, sino que tiene garantizada la atención del resto del mundo.
China ha experimentado una extraordinaria transformación en la última década bajo el mando de Hu Jintao. Pero lo que no ha cambiado es el secreto que rodea a sus líderes. Su salud, su vida personal, sus familias y mucho más son a menudo ocultados a la vista y eso es cada vez más difícil de sostener.
"Ya he respondido a preguntas de los periodistas sobre esto muchas veces"
Hong Lei , vocero del canciller chino
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China fue incapaz de decir donde está Xi o por qué no se ha presentado a tantos eventos.
Interrogado repetidamente por una explicación, el vocero de la cancillería Hong Lei dijo: "Ya he respondido a preguntas de los periodistas sobre esto muchas veces. No tengo nada nuevo que añadir."
Lo que todo el asunto ha añadido es un nuevo giro a la incertidumbre del cambio de liderazgo chino. El relevo ya se ha complicado por el escándalo en torno a la caída de Bo Xilai, candidato al puesto.
En China, donde el Partido Comunista gestiona el cambio de liderazgo, asegurar una sucesión sin problemas es de suma importancia.
Hasta que Xi vuelve a aparecer en público, la incertidumbre no disminuirá.
En una nación que es ahora una parte vital de la economía global, integrada en la diplomacia mundial, y cuyos ciudadanos están conectados a internet, el misterio que rodea al viejo estilo del Partido Comunista y sus dirigentes parece cada vez más insostenible.
Vía BBC