Líderes mundiales comenzaron hoy en las Naciones Unidas una cumbre para abordar la crisis de los refugiados y la situación de los migrantes, una cita que abre la semana de reuniones de alto nivel de la ONU.
“Estamos siendo testigos de la peor crisis humanitaria y de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial”, recordó en la apertura de la reunión el presidente de la Asamblea General, Peter Thomson, que defendió que la comunidad internacional no puede fallar a esas personas que huyen de la guerra y la violencia.
Casi un centenar de jefes de Estado y de Gobierno intervendrán a lo largo del día en el marco de esta cumbre, a cuyo inicio los 193 países miembros de la ONU adoptaron una declaración comprometiéndose con la protección de refugiados y migrantes.
El texto, aprobado por aclamación, fue negociado durante meses por los Gobiernos y ha sido criticado por muchas organizaciones no gubernamentales, que lo consideran falto de ambición y de acciones concretas.
La llamada Declaración de Nueva York reitera muchos de los compromisos internacionales ya existentes, promete apoyo a los países más afectados por la crisis de los refugiados y sienta algunas de las bases sobre las que se negociarán en los próximos años sendos pactos globales sobre refugiados y migrantes.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, defendió hoy que el documento une a todo el mundo alrededor de unos “compromisos colectivos” que incluyen la defensa de los derechos humanos de todos los refugiados y migrantes sin importar su estatus.
“Con acciones valientes para implementar la Declaración de Nueva York, aseguraremos queno se deja atrás a ningún refugiado o migrante”, dijo Ban.
Para el jefe de Naciones Unidas, la misma celebración de la cumbre de hoy es ya un “avance” en los esfuerzos internacionales para responder a los problemas que plantea la movilidad humana.
“Más que gente que nunca está en movimiento. Unos escapan de la guerra, otros buscan oportunidades. No se debe ver a los refugiados y migrantes como una carga. Ofrecen un gran potencial si lo liberamos”, insistió.
En Contexto
Cerca de un centenar de jefes de Estado y de Gobierno se reunen este lunes en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, EEUU, en la primera Asamblea General convocada para tratar sobre los grandes desplazamientos de refugiados y migrantes.
En la cita se espera que los líderes aprueben una declaración de 22 páginas pactada en agosto pasado por los 193 países miembros de la ONU, para intentar resolver la crisis de los refugiados.
“Estamos determinados a salvar vidas; el desafío es, por encima de todo, moral y humanitario”, reza el texto, donde los gobernantes se comprometen a proteger “totalmente” los derechos humanos de “todos los refugiados y migrantes, sin importar su estatus”.
En la reunión de alto nivel, las expectativas son de rechazo unánime a “crímenes, discursos de odio y violencia racial”, para así establecer un acuerdo que permita hacerle frente a los desplazamientos, que será conocida como la Declaración de Nueva York.
Ban, quien dejará el cargo el próximo 31 de diciembre, llamó a las naciones a tener un “firme compromiso de proteger los derechos, la seguridad y la dignidad de los refugiados y los migrantes en todas partes”.
Vía UN/www.diariorepublica.com