La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, terminó su reunión de emergencia con su gabinete para discutir los peores disturbios que Brasil ha visto en dos décadas.
La reunión de dos horas terminó sin ninguna declaración oficial.
El jueves, más de un millón de personas se manifestaron en todo el país sobre temas como la corrupción, los malos servicios públicos y el enorme costo de la organización de eventos deportivos como la Copa del Mundo del próximo año.
En muchas ciudades hubo violencia y la policía utilizó gases lacrimógenos y balas de goma. Dos personas han muerto, una atropellada durante una manifestación y otra por un ataque al corazón después inhalar gas lacrimógeno.
El aumento de las manifestaciones llevó a la presidenta Dilma Rousseff a cancelar un viaje a Japón y convocar la reunión de emergencia.
Vía BBC