En algunas zonas de Canadá se han oído fuertes estallidos que se atribuyen a un fenómeno llamado frostquakes o sismos por congelación.
En Ontario no son raras las temperaturas de -20ºC, pero en los últimos días el intenso frío invernal ha estado acompañado de efectos sonoros inusuales: estampidas que han levantado a más de uno de la cama.
«Oí un golpe fuerte fuera de mi habitación a las 2am. Toda mi familia inspeccionó la casa pensando que había entrado un intruso #frostquake», tuiteó @sydney_grieve, uno de los muchos que se volcaron a las redes sociales.
Los servicios de emergencia de las áreas suburbanas de Toronto recibieron reportes de fuertes ruidos, merodeadores y golpes secos en los techos. Muchos de ellos fueron, probablemente, causados por las condiciones climáticas, tal como informa Tom Geoghegan, de la BBC.
Conocidos por los expertos como «criosismos», estos fenómenos ocurren cuando la humedad que se filtra en el suelo se congela muy rápidamente.
«Cuando el agua se congela, se expande, esa es una de las razones por las que los icebergs flotan», explica el experto en meteorología de la BBC Alex Deakin.
«Así que imaginemos que en partes de Canadá y Estados Unidos el agua se escurre hacia abajo normalmente, se filtra en el suelo, hacia las rocas, y de repente se congela y se expande».
Cuando la humedad que se filtra en el suelo se congela de repente, se producen los sismos de hielo.
«Y esa expansión, si hay agua suficiente y si sucede muy rápido, puede crear presión sobre las rocas, y cuando las rocas ceden, suceden las fracturas y el sismo», dice Deakin.
Los sismos por congelación no son muy comunes, porque requieren un cambio muy brusco de temperatura. En el sur de la provincia de Ontario, una caída de 5ºC a alrededor de -20ºC fue precedida por una tormenta de nieve, lo que hizo que hubiera un montón de humedad en el suelo lista para convertirse en hielo.
Esto no pasa todos los años, asegura Geoff Coulson, del servicio meteorológico de Canadá.
Coulson dice que el término frostquake es nuevo para él. Es como un débil temblor que puede sacudir una casa, pero no produce daños significativos, añade. Y sólo se siente, o se oye, dentro de un radio de un kilómetro.
Una peculiaridad es que raramente suena como si viniera del suelo debido a la forma en que viajan las ondas sonoras: una pareja creyó que un camión había chocado contra su casa, otros pensaron que un árbol había caído sobre el techo.
«La hora pico es entre las 3 y las 8 de la mañana, y eso es por el frío que hace a esa hora», dice Coulson. Sin embargo, a veces el hielo se forma lentamente y la explosión puede ocurrir días después de la brusca caída de la temperatura.
Aunque se han registrado sismos de hielo con anterioridad –estados del norte de EE.UU. como Ohio tuvieron experiencias similares en 2011– no se había difundido tanto el fenómeno hasta este invierno.
Vía BBC Mundo