Una prueba de manejo casi termina en desgracia. Un comprador chino, en la ciudad de Liuzhou, se emocionó acelerando su Volkawagen en el estacionamiento de un edificio de 15 metros de alto, en un cuarto piso, y por centímetros no cayó al vacío.
Afortunadamente el vendedor logró maniobrar el freno de mano para no caer en lo que habría sido seguramente en un accidente mortal. Así lo reseñó el diario Daily Mail
La policía investiga el suceso y al compradir no le queda de otra que pagar por los daños.
Vía Daily Mail