Mariam Habach, Miss Venezuela 2015, salió al paso a las críticas propinadas en Twitter por varios usuarios de la red social, durante el desayuno con los medios realizado en el hotel Eurobuilding. «Esos tuits no son míos», enfatizó refiriéndose a los supuestos comentarios emanados por ella en contra de su pueblo, los homosexuales y el mismo presidente Maduro.
«Nunca humillaría a mi gente de El Tocuyo. Lo de Ricky Martin es absurdo porque cuando hay amor no hay por qué juzgar decisiones, sea cual sea su condición. Hay tuits de política groseros, incluso contra el Presidente, y esa no soy yo. Es algo que se escapa de mis manos. Sería incapaz».
Animada, la reunión con la prensa sirvió también para conocer su postura y la de sus compañeras Jéssica Duarte, Miss Venezuela Internacional, y Andrea Rosales, Miss Venezuela Tierra, acerca de los resultados del certamen. Asimismo, fijaron posición frente a conflictos sociales como la deserción juvenil en el país y la guerra en Siria (en el caso de Habach por su descendencia).
«El 8 de octubre me desperté sintiéndome ganadora», soltó Duarte, representante de Trujillo en el concurso. «Se demostró en mi actitud. Agarrada de manos con Mariam, obvio que quería ser yo Miss Venezuela, pero cuando me pusieron la corona me dije ¡ya gané! Llevaré a Venezuela en alto, sin importar el concurso al que asista».
Por su parte, Andrea Rosales, quien se ubicó en el tercer lugar y partirá el 15 de noviembre al Miss Tierra, explicó que el patatús que le dio no fue por malcriadez, tras saber que no sería Miss Venezuela, como tanto se pronosticó. «Me mareé y me aparté. Se debió a la emoción y no al resultado. El tiempo de Dios es perfecto y si él decidió que yo debía ir al Miss Tierra, adelante», dijo la joven abogada de 23 años nacida en Maracay. «Nos tocará trabajar un año juntas y más que competencia debe haber hermandad».
En cuanto a la guerra en Siria, Habach dijo que su padre se mantiene en contacto con los suyos. «Viven lejos de la guerra. Lo que está pasando va más allá de culturas o religiones y es algo que hay que aceptar porque se nos escapa de las manos. Lo ideal sería la paz».
Referente a sus deseos de quedarse en el país, las tres coincidieron en que «la esperanza tenemos que radicarla acá. Si nos vamos estamos dejando un vacío», enfatizó Andrea. «Venezuela es tierra de sueños y nuestro país abarca muchas oportunidades. No critico a quien se va para superarse pero hay que volver para fortalecernos», sostuvo Mariam. Mientras, Jéssica dijo: «Hay que ser mejores. Sigo apostando a la buena fe y a Venezuela».
Vía UN / www.diariorepublica.com