Venezuela tiene el derecho de rechazar la pretensión de cualquier gobierno de asumir la vigilancia y control del mundo, expresó este martes el canciller Elías Jaua.
En entrevista concedida a Telesur, indicó que la nación suramericana está dispuesta a restablecer sus relaciones con Estados Unidos, pero no puede aceptar las labores de espionaje emprendidas a través de organismos como la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), tal como lo reveló el ex agente Edward Snowden.
Jaua relató que en su pasado encuentro con el secretario de Estado, John Kerry, el representante del gobierno norteamericano le planteó que EEUU tenía derecho a expresar «su opinión sobre el desarrollo de las democracias en el mundo. Yo le respondí: ‘Perfecto, pero nosotros tenemos derecho a responder cuando esas percepciones sobre nuestro país sean erróneas’, como generalmente son, influenciadas por opiniones tergiversadas de los pitiyankis venezolanos que van allá a arrastrarse, a colocar un país absolutamente destrozado para pedir la intervención a Venezuela».
El canciller venezolano indicó que la intención del Gobierno Nacional es tener relaciones del más alto nivel con la nación estadounidense, «pero estamos obligados a decir que no estamos de acuerdo con que se haga espionaje a todo el mundo, que se haya espiado y perseguido electrónicamente al comandante Hugo Chávez, o que se espiara a los gobiernos de Europa, a la Organización de Naciones Unidas».
Rechazar la pretensión de que algún país asuma el rol de vigilancia y control del mundo es una derecho soberano de Venezuela, acotó Jaua.Tras el encuentro de Jaua con Kerry, la subsecretaria de Estado, Roberta Jacobson, se reunió con el secretario de la llamada Mesa de la Unidad, Ramón Guillermo Aveledo.
El resultado de estos encuentro, recordó Jaua, se evidenció en el audio de la derechista María Machado, en el que revela acciones golpistas de la derecha venezolana.
«Si las agrupaciones fascistas que controlan la dirección de la oposición venezolana intentaran desbordar los límites de la legalidad y la constitucionalidad, a través de diversos mecanismos, nosotros actuaríamos con todo el peso del Estado venezolano, de la constitución venezolana. Si este desbordamiento fuera más allá de los límites establecidos, que pusieran en peligro la estabilidad de la nación, la independencia de la nación, iríamos hacia la profundización de la revolución», expresó Jaua.
Las pretensiones desestabilizadoras, refirió el canciller, incluyen planes contra la vida del presidente Nicolás Maduro y contra la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.Ante este escenario, las familias venezolanas deben pensar que el país tiene «un camino democrático, tiene instituciones democráticas que permiten que usted exprese su opinión, y como buen demócrata debe aceptar la decisión de las mayorías».Jaua también ratificó la unidad de las filas revolucionarias.
«Estoy muy orgullo de pertenecer a la corriente popular, socialista y chavista. Estamos cambiando la historia de las traiciones, de las divisiones que caracterizaron a los procesos populares desde Bolívar, pasando por Zamora, Cipriano Castro, a la generación de los años 60 por parte de sus dirigentes.»Refirió que los revolucionarios han demostrado de que la unidad es la única garantía de victoria. «El chavismo se ha fortalecido en su unidad, en su dirección política, en sus estructuras políticas».
Impacto del asilo a Snowden
Jaua subrayó que el gobierno venezolano ha evaluado el impacto de recibir a Snowden como asilado e insistió, tal como lo expresó anteriormente Maduro, que no hay derecho de que un joven «termine en una silla eléctrica, o en una prisión a 30 cadenas perpetuas».
La idea es que los jóvenes de Estado Unidos no piensen que no vale la pena tener ética. «No podemos dejar solo a un joven que se atrevió a expresar una posición ética y moral frente a un hecho que es absolutamente bochornoso (…) Eso fue lo que nos enseño el comandante Chávez» , expresó Jaua.
El canciller agregó que Venezuela espera que la presencia del estadounidense no tenga consecuencias, que Estados Unidos asuma la situación con madurez, «pero si las hay, estamos dispuesto a afrontarlas».
Vía AVN