Francisco Rodríguez, economista jefe para la región Andina del Bank of America, aseguró este jueves que existe una fuga de capitales estimada en 10 mil millones de dólares como resultado de la asignación de dólares para importaciones que son sobrefacturadas.
La afirmación la hizo durante su participación en el programa de Vladimir a la 1 transmitido por Globovisión. “De asignaciones de dólares totales para importaciones, tanto en el sector privado como público, que podrían ser por el orden de los 40 mil millones de dólares, estamos hablando de un 25% de sobrefacturación por fuga de capitales como producto de la distorsión cambiaria, o sea serían unos 10 mil millones de dólares en un año”.
Fue enfático al asegurar que “con 40 mil millones de dólares, que es la cantidad destinada a importaciones de bienes y servicios este año, es una cantidad con la que esta economía ha resultado perfectamente bien en otros momentos (…) Lo que pasa es que no son 40 mil millones de dólares en los anaqueles, esos son 40 mil millones de dólares que se dan para importaciones y terminas con 30 mil millones o menos de bienes en los anaqueles, ese es el fenómeno de la escasez”.
“Tratar de mantener el dólar a un precio regalado no tiene sentido”, expresó al insistir que los precios irreales generan más distorsiones en la economía.
Rodríguez remarcó la necesidad de una unificación cambiaria y estimó que 60 bolívares por dólar sería un precio razonable, “pero si se sigue postergando, esto seguirá aumentando”.
Rodríguez recalcó que “es evidente que cuando tú estás vendiendo dólares a 6,30 y esos dólares se están revendiendo a 460 bolívares, no tienes precio, los precios son el volante de una economía, cuando esos precios no le pueden dar señales a los distintos agentes, a los comerciantes, a los empresarios, a los compradores, si no que simplemente están desorbitados de la realidad, entonces es como un carro que ha perdido su control”.
Recomendó: “Tienes que ponerle un precio realista al dólar, porque el problema de vender estos dólares extremadamente baratos es que todo el mundo quiere agarrar esos dólares solo para revenderlos en el mercado negro”.
Advirtió que “Lo que el Gobierno está tratando de hacer con esto, de darle dólares baratos a los empresarios para que ellos se lo trasfieran en precios baratos a la gente, eso no está pasando, esos dólares se están fugando, se están revendiendo en el mercado negro. Hay muy fuerte evidencia de eso que en Venezuela hay una fuga de capitales muy grande (…) eso en gran medida es incontrolable”.
“La gente del gobierno tiene miedo a los costos políticos”, aseguró consultado sobre las medidas que deben tomarse para frenar la escalada inflacionaria que el Bank of America estima sea superior al 108,1% entre mayo de 2014 y mayo de 2015.
“La toma de decisiones económica se convierte en el rehén de la política. Este año habrá una contracción del 5%, “siendo conservadores”.
“Venezuela se está yendo hacia la hiperinflación y eso quiere decir pérdida de ahorros, de salarios”, afirmó.
Estimó que la inflación mensual oscila entre el 10 y 11%. “En este momento la situación en la que estamos se podría estar perdiendo el control”.
El economista afirmó que en Venezuela no se asoma un escenario de default, pues este sería más costoso para el país.
“Venezuela tiene un riesgo país más alto que los países que están en default”, indicó.
“Creo que Venezuela ni ha caído en default porque eso sería muy costoso. Venezuela tiene un estado exportador, eso lo hace muy diferente a otros países, tiene bajo la figura de Psvsa, catorce refinerías en el resto del mundo, manda todos los días buques de petróleo, y si Venezuela entrase en default habría acciones legales en contra de esas refinerías para tratar de embargarlas, habría acciones legales para tratar de embargar los buques petroleros o los pagos asociados con esos cargamentos, eso quiere decir que hacer default le podría hacer daño a Venezuela, no se ahorraría dinero, más bien le saldría caro porque caerían muy fuertemente sus ingresos petroleros que es la principal fuente de la nación”, expresó.
“El sistema económico (está) tan desquisiado está creando los incentivos para que la gente se dedique a hacer colas en vez de dedicarse a producir bienes y servicios, cosas que le agreguen valor a nuestra economía (…) Hay estudios que indican que el venezolano está pasando un día de trabajo a la semana haciendo cola. Es gente productiva que podría estar haciendo otras cosas, que está haciendo algo improductivo, el problema no es de ellos, si no del sistema”, sostuvo.
Indicó que el Banco Central de Venezuela debe publicar las cifras para evitar manipulaciones.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com