Aubrey McClendon, copropietario de Oklahoma City Thunder, falleció ayer en accidente de tráfico a los 56 años y en circunstancias que la policía de Oklahoma City ha considerado extrañas: en el incidente no hubo ningún otro coche implicado y fue un choque frontal a una velocidad excesiva. “Fue directamente contra el muro” aseguró el capitán Paco Balderrama. Los investigadores creen que, en condiciones normales, habría tenido tiempo suficiente para corregir la dirección y evitar el impacto mortal. El coche, un Chevy Tahoe de 2013, ardió y la policía asegura que necesitará unas dos semanas para arrojar algo más de luz sobre lo acontecido.
Un día antes del fatal accidente, McClendon había sido imputado por el Departamento de Justicia por “conspiración en la compra de reservas de petróleo y gas”. Era cofundador del gigante Chesapeake (la empresa que da nombre al pabellón de los Thunder), segundo máximo productor de gas natural en EE UU y pionero en la polémica práctica del fracking, técnica de extracción ecológicamente controvertida. Ya no formaba parte de la empresa pero los hechos por los que se demandaba (“orquestar una conspiración entre dos grandes compañías para no competir entre sí por la adquisición de determinados usufructos”) habrían sucedido entre 2007 y 2012.
McClendon poseía además en torno al 20% de Oklahoma City Thunder, y ya formaba parte del grupo inversor (junto al propietario principal, Clay Bennett) que compró Seattle Supersonics y trasladó la franquicia a Oklahoma City en 2008. De hecho, por entonces recibió una multa de 250.000 dólares por parte de la NBA tras asegurar que no compraban el equipo “para mantenerlo en Seattle” y que su intención era “trasladarlo a Oklahoma City”. Así sucedió menos de dos años después de la operación, cerrada en 2006 por unos 350 millones de dólares.
McClendon había negado los hechos de los que se le acusaba, unos delitos contra la Ley Sherman Antitrust que podrían implicar penas de hasta, cada uno de ellos de forma individual, 10 años de prisión y un millón de dólares de multa: “Es falso, toda mi vida he trabajado para crear puestos de empleo en Oklahoma, ayudar a la economía y ofrecer energía suficiente y a buen precio a todos los estadounidenses”, aseguró en un comunicado. Además de los Thunder, también tenía una bodega en Burdeos y una colección de mapas antiguos valorada en 12 millones de dólares.
Vía AS/www.diariorepublica.com