El maltratado deporte del boxeo, que el pasado sábado vivió otro de los capítulos «turbios» de su historia, con la pelea entre Floyd Mayweather Jr. y Manny Pacquiao, tratará de recuperar su imagen en Houston, cuando mañana se enfrenten el mexicano Saúl «El Canelo» Álvarez y el estadounidense James Kirkland dentro del peso mediano ligero.
Mayweather Jr., que hace dos días había alabado la clase de Pacquiao y se había declarado dispuesto a darle la revancha cuando se recupere de la grave lesión que sufre en el hombro derecho y de la que ya fue operado, ha dicho en la cadena Showtime todo lo contrario y ha dedicado a su reciente rival el adjetivo de «cobarde».
«Nada de eso va con nosotros, ambos púgiles sabemos que tenemos una gran oportunidad de ganar la confianza de los buenos aficionados del boxeo, que están frustrados y desilusionados con todo lo que sucedió en Las Vegas», declaró Álvarez durante la rueda de prensa que ofreció previa a la pelea, que se va celebrar en el Minute Maid Park, el estadio del equipo local de béisbol, los Astros.
Aunque se espera que haya más de 40.000 espectadores que vayan a presenciar la pelea debido a los precios asequibles de las entradas, entre 10 y 350 dólares, el factor «dinero» no será el centro de atención de la pelea, como sucedió el pasado sábado en Las Vegas.
«Quiero hacer la mejor pelea posible para todos mis aficionados y por el boxeo», destacó Álvarez, de 24 años.
El púgil mexicano también dijo que los aficionados en Houston habían respondido a lo grande en cada uno de los actos públicos a los que había asistido, incluido el entrenamiento del miércoles, que fue abierto para todos.
«Creo que además de saber que van a ver una gran pelea, llena de acción, de entrega y de verdadero boxeo, en realidad también van a vivir el auténtico Cinco de Mayo que alguien quiso usurpar el pasado sábado», señaló Álvarez, que tiene marca de 44-1-1, y 31 triunfos conseguidos por la vía del nocáut.
El objetivo de Álvarez es hacer una gran pelea y también batir la marca de asistencia de aficionados al campo del Minute Maid Park, como sucedió en abril del 2013 cuando peleó contra Austin Trout, en el Alamodome de San Antonio, donde pudo reunir a 40.000 espectadores.
Por su parte, Kirkland buscará ganarse prestigio y un espacio dentro de la elite del boxeo mundial si consigue un triunfo claro frente a Álvarez, el mismo púgil que cuando se enfrentó a Mayweather Jr. batió todas las marcas de ingresos por televisión de pago.
Además de verse con un ambiente que nunca ha vivido antes, y frente a una asistencia de espectadores que será también algo nuevo.
Vía ÚN/www.diariorepublica.com