Las paradas de David de Gea y la reivindicación goleadora de Aritz Aduriz, marcando en el único disparo a puerta de España en todo el partido, salvaron a la Roja de la derrota en Udine ante Italia, pero no de una imagen irreconocible (1-1).
España extiende una imagen por mejorar en partidos amistosos. Alejada de la tensión necesaria para mostrar su verdadera cara, en fechas que siempre parecen incómodas para jugar. Provocan el enfado de un hombre tranquilo como Vicente del Bosque. No hay espacio para la selección y cualquier partido incomoda. En la recta final de la temporada en los clubes, la actitud de los internacionales estuvo lejos de ser la adecuada para vencer.
Vía EFE/www.diariorepublica.com