Barcelona sufrió más de la cuenta y rescató un punto en su visita al Celta de Vigo en Balaídos. El cuadro culé terminó angustiado un cotejo que finalizó 2-2. El equipo local pudo ganarlo sobre el final, pero las atajadas de Ter Stegen salvaron el invicto.
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El Barcelona mantiene sin mancha alguna su hoja de ruta hacia el título de liga. Nada altera su curso impecable. Ni las bajas de Iniesta, Busquets, Rakitic y Piqué. Ni la suplencia de Messi, Luis Suárez, Alba y Umtiti. Sigue invicto, pese a sufrir un mundo en Balaídos, un dolor habitual en las últimas temporadas.
El Celta dominó con orden, con jerarquía futbolística, pero pagó con un precio excesivo su primer error defensivo. El Barcelona cazó un mal pase horizontal de Jonny en el centro del campo. La recuperación encarriló un contragolpe que finalizó Dembélé con gol.
El castigo fue grande para el Celta. Pero se rehizo. Y Jonny corrigió su error anterior. Se anticipó a André Gómes en el centro del campo y acompañó con éxito hasta la línea de gol un contraataque que movió Aspas y Maxi Gómez. Jonny corrió cuarenta metros y marcó dentro del área pequeña.
El segundo tiempo mantuvo la intensidad. El libreto fue parecido. El Celta perdonó: un pase de Brais colocó a Jozabed solo ante Ter Stegen, que evitó el gol. Valverde metió a Messi. Y poco después llegó el gol con una rápida acción, una buena combinación de equipo que acabó con un centro de Semedo que remató Paulinho desde el área pequeña.
El Celta logró el gol del empate muy cerca del final. Marcó Aspas: Ter Stegen despejó un centro de Emre Mor y Aspas recogió el rechace, primero con el pecho, después con un brazo. Fue la recompensa a un partido enorme del Celta, en especial de Aspas, su estrella, que no desistió hasta el pitido final, pues le metió un balón de oro a Boyé para que este rozase el gol de la victoria en el último minuto.
EFE